Ataque frontal de los Jusos: el SPD está en ebullición y Klingbeil intenta ocultarlo

Klingbeil quiere arreglarlo, si se le permite.
(Foto: Picture Alliance/dpa)
Uno de los principales responsables de la histórica derrota electoral del SPD está ascendiendo en su carrera profesional. El líder del SPD, Klingbeil, también quiere liderar el grupo parlamentario. Esto le ofrece la oportunidad de rehabilitación. Pero está surgiendo resistencia.
"Chutzpah" es una hermosa palabra del origen yiddish que en alemán se utiliza para describir la insolencia de forma diminuta. El líder del SPD, Lars Klingbeil, tiene descaro. Pero desde el punto de vista de algunos sectores del partido, una descripción más adecuada sería simplemente descaro. El SPD ha conseguido un resultado electoral devastador. Uno de los principales responsables ha anunciado consecuencias personales, pero al mismo tiempo aspira a un poderoso doble papel: Klingbeil quiere ser elegido el miércoles sucesor del líder del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, y seguir siendo presidente del partido. Algunos camaradas tomaron nota de esto con incredulidad. El hombre de 47 años debe prepararse para fuertes críticas en la reunión del grupo parlamentario y para un resultado "honesto", es decir, un índice de aprobación más bien modesto.
El levantamiento viene siempre de la base izquierda: de los jóvenes organizados en los Jusos. Su presidente, Philipp Türmer, explicó al diario "Spiegel" lo siguiente sobre la candidatura de Klingbeil: "Este planteamiento creó una impresión fatal: como primera reacción, uno de los artífices del fracaso apeló a la presidencia del grupo parlamentario". La campaña electoral fue "un completo obstáculo" y la nominación del actual candidato a canciller Olaf Scholz fue un error "tanto en términos de proceso como de resultado". La responsabilidad de la derrota en las elecciones federales recae en los líderes del partido Saskia Esken y Lars Klingbeil, subrayó Türmer.
Pero el resto de la dirección del partido parece apoyar este enfoque. La decisión sobre el personal es la respuesta de la dirección del SPD al triple desafío que supone el resultado de las elecciones federales: "Renovación programática y de personal [...] sin piedad y con total claridad", promete Klingbeil, consciente también de la frustración en el partido. En segundo lugar, no se debe permitir bajo ninguna circunstancia que el venerable SPD se desintegre a causa de esta renovación. No faltan mucho para las prometedoras elecciones estatales de Hamburgo del próximo domingo, ni mucho menos para las conversaciones exploratorias con el sindicato sobre una posible formación de gobierno. Porque ese es el tercer desafío: a falta de otras mayorías, el SPD no tiene otra opción que nombrar canciller a Friedrich Merz y gobernar con la CDU y la CSU.
El partido debe arreglarse rápidamenteLa gran coalición, que es pequeña dadas las mayorías relativamente estrechas, se está convirtiendo en la verdadera prueba de la resistencia del SPD. Esto se aplica tanto a las negociaciones de la coalición como al período posterior. En el futuro, los socialdemócratas tendrán aún menos capacidad para implementar sus propias políticas que en la coalición del semáforo, y al mismo tiempo tendrán a los Verdes y a la Izquierda respirándoles en la nuca como partidos de oposición. Si el partido no demuestra su fuerza unida, no podrá negociar un acuerdo de coalición que le resulte aceptable ni fortalecer su perfil en el gobierno.
Klingbeil se ha propuesto crear la unidad necesaria. El liderazgo del partido y del grupo parlamentario "de una sola fuente" es el lema. Hay mucha tensión en el SPD y Klingbeil tiene que tener cuidado de que no se desborde. Klingbeil es la tapa personificada con un orificio de presión a través del cual el vapor puede escapar de forma controlada. Si la tapa vibra, Klingbeil está dispuesto a aceptarlo. Sin embargo, existe el riesgo de que el propio Klingbeil sufra daños. Es posible que tenga que renunciar a su puesto como líder del grupo parlamentario una vez que se alcance un acuerdo sobre un gobierno de coalición.
Un competidor llamado PistoriusSin embargo, no es seguro que Klingbeil reciba un puesto ministerial como compensación. El SPD otorgará al menos la mitad de sus puestos ministeriales a mujeres socialdemócratas, y se espera que Boris Pistorius solicite la candidatura ministerial para hombres del SPD de Baja Sajonia. El actual Ministro Federal de Defensa goza de una extraordinaria popularidad entre la población y también entre los dirigentes de la Unión.
Pero Klingbeil no quiere dirigir el partido sólo hasta Pascua, cuando se formará el nuevo gobierno federal según la visión de la Unión. Klingbeil, al día siguiente de las elecciones, afirmó que quiere que el SPD sea "un partido de trabajo, un partido de un Estado capaz y un partido atractivo para los jóvenes". Quien se fija objetivos tan claros no puede tener en mente el "cambio generacional" anunciado la noche de las elecciones. Además, Klingbeil deja claro que es la Unión la que debe convencer a los socialdemócratas para que participen en el Gobierno, no al revés. "Será interesante escuchar cómo imagina Friedrich Merz la cooperación con el SPD".
Esken también quiere continuarKlingbeil dice que las divisiones entre la CDU/CSU y el SPD se han profundizado durante el fin de semana. Ahora tiene que aumentar el precio de la participación en el gobierno. Debe transmitir de manera creíble a los negociadores de la Unión que su partido no quiere seguir gobernando a cualquier precio. Al mismo tiempo, Klingbeil no debe incitar a los oponentes de la gran coalición que se espera en el SPD a hacer campaña para pasar a la oposición. "No es seguro que el SPD entre en gobierno", subraya Klingbeil. ¡Todo es posible, la Unión debe ser lo primero, el SPD no tiene por qué hacer nada! Pero Klingbeil tendrá que recuperar la pérdida de confianza que ha sufrido en las próximas semanas si quiere que su reivindicación del liderazgo perdure.
Por cierto, Saskia Esken, como colíder del partido, no se sintió atendida por el anunciado cambio generacional en el SPD. Normalmente, una nueva decisión del Consejo Ejecutivo Federal no se toma hasta diciembre. Cuando se le preguntó, dijo que tiene la intención de "continuar" en el cargo. Sin embargo, el partido no aceptará que el popular ex líder del grupo parlamentario Rolf Mützenich tenga que servir ahora como peón de sacrificio. "Ha quedado muy claro que esto no se puede solucionar con una sola decisión de personal", asegura Klingbeil. En los próximos días y semanas los socialdemócratas probablemente estarán muy ocupados en saber cuántas y cuáles decisiones de personal se "tomarán".
Fuente: ntv.de
n-tv.de