¡CRIPTOCALYPSIS 2025! Nike, Hawk Tuah y LIBRA Coin: Las celebridades y marcas que lideran la nueva ola de estafas NFT y «Rug Pulls» millonarios

Desde la impactante demanda contra Nike por el presunto «rug pull» de su proyecto NFT RTFKT, hasta el meteórico colapso de la Hawk Tuah coin y el escándalo de la LIBRA Coin que salpica a las más altas esferas políticas, en MASCHISME.com investigamos cómo la fama y el prestigio se están utilizando para inflar burbujas especulativas y dejar a los fans y seguidores con las manos vacías y los bolsillos llenos de tokens sin valor. ¡Bienvenidos a la cripto-debacle!
El primer gigante en caer bajo la lupa de los cripto-fraudes corporativos es Nike. La icónica marca deportiva enfrenta una demanda colectiva en Nueva York después de que en diciembre de 2024 cerrara abruptamente las operaciones de RTFKT (pronunciado «artifact»), su ambicioso proyecto de NFTs y coleccionables digitales.
Lo que los demandantes califican como un «descarado rug pull» ha dejado a los compradores con activos digitales cuyo valor se ha evaporado prácticamente de la noche a la mañana. Nike había adquirido RTFKT en diciembre de 2021, generando decenas de millones de dólares en ingresos a través de la venta de estos NFTs y un ecosistema gamificado que prometía recompensas exclusivas. Con el cierre, esas promesas se hicieron humo.
La demanda no solo alega el «rug pull», sino también que los NFTs de Nike eran, en esencia, «valores no registrados» vendidos en violación de las leyes federales y estatales, un argumento que podría sentar un precedente peligroso para otras marcas que incursionan en el espacio NFT.
Otro caso que ilustra la volatilidad y los peligros de las monedas impulsadas por la fama es el de la Hawk Tuah Coin. Asociada a la personalidad viral de TikTok Haliey Welch, conocida como la «Hawk Tuah girl», esta memecoin se desplomó estrepitosamente a las pocas horas de su lanzamiento.
Inmediatamente surgieron las acusaciones de «rug pull», con críticos y afectados señalando que los insiders del proyecto se habrían beneficiado del hype inicial para luego desaparecer con las ganancias, dejando a los pequeños inversores en la estacada. Aunque Welch y su equipo negaron haber vendido sus tokens y alegaron que el proyecto buscaba combatir a los imitadores que vendían tokens falsos, el daño a la confianza ya estaba hecho.
Pero quizás el escándalo más explosivo y con mayores implicaciones es el de la LIBRA Memecoin. Promocionada inicialmente casi como una criptomoneda oficial de Argentina, LIBRA colapsó de forma espectacular, aniquilando miles de millones de dólares en fondos de inversores y sacudiendo tanto el mercado cripto argentino como su escena política.
El presidente de Argentina, Javier Milei, se encuentra ahora en el ojo del huracán, enfrentando un escrutinio legal severo y un posible proceso de impeachment por haber promovido LIBRA en sus redes sociales. Los legisladores de la oposición argumentan que su respaldo engañó a los inversores, inflando artificialmente el valor de LIBRA antes de que los insiders liquidaran sus posiciones, dejando a unos 74,000 traders con pérdidas estimadas en 286 millones de dólares.
Incluso figuras como Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports, se vieron envueltas, perdiendo millones y luego recibiendo una extraña «compensación» que alimenta las sospechas de chanchullos internos.
Estos no son incidentes aislados. Recordemos que la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) ya ha tomado cartas en el asunto en el pasado, multando a celebridades como Lindsay Lohan, Jake Paul, Soulja Boy, Austin Mahone, Lil Yachty, Ne-Yo y Akon por promocionar criptomonedas y tokens sin revelar que habían sido pagados por ello. Estos casos sientan un precedente claro sobre la responsabilidad que tienen las figuras públicas al endosar productos financieros, por más novedosos o «descentralizados» que parezcan.
Y la amenaza no hace más que evolucionar. Expertos en ciberseguridad advierten que los estafadores están utilizando cada vez más la Inteligencia Artificial (IA) para sofisticar sus timos: desde la creación de esquemas de «pump-and-dump» automatizados y la generación de tokens falsos o «copycat tokens», hasta la suplantación de identidad de celebridades para promover inversiones fraudulentas en criptoactivos.
La repetición de estos «rug pulls» y escándalos de promoción engañosa por parte de celebridades, influencers y ahora incluso corporaciones de la talla de Nike, no solo evidencia una alarmante falta de diligencia debida o, peor aún, una ética cuestionable. También sugiere que podríamos estar ante el estallido de una «burbuja de credibilidad» en el espacio de los activos digitales impulsados por la fama.
A medida que más y más inversores resultan «quemados», la efectividad de los endosos de celebridades para estos productos inherentemente volátiles podría disminuir drásticamente. Esto podría forzar un cambio radical en las estrategias de marketing de los proyectos cripto o, lo que es más probable y necesario, una intervención regulatoria mucho más estricta y coordinada a nivel global.
La «meta-farsa» reside en que la promesa utópica de descentralización y democratización financiera que enarbolan muchos proyectos cripto a menudo termina enriqueciendo a unos pocos bien conectados a costa de la ingenuidad y el FOMO (miedo a quedarse fuera) de muchos, con los famosos actuando como costosos –y a veces cómplices– testaferros de humo digital.
La Verdad Yucatán