Francia juzga a cirujano acusado de abusar de 300 niños: “Cometí actos atroces”

Un reconocido cirujano con más de tres décadas de trayectoria, Joël Le Scouarnec, enfrenta un juicio en Francia. Se le imputa la violación de más de 300 menores durante su carrera profesional.

De acuerdo con El País, las fuerzas del orden locales hallaron en su casa unas libretas negras. En ellas, el individuo registraba en pequeños cuadernos los atroces actos que había perpetrado contra cientos de menores durante su tiempo en los hospitales donde ejerció.

Esto ocurrió después de que una menor, hija pequeña de unos vecinos, lo acusara de haberle tocado sus partes íntimas desde la cerca de una casa al lado.

De acuerdo con el medio español, al entrar en la vivienda del doctor, encontraron cerca de 70 muñecos que representaban a niños y niñas, incluyendo tanto muñecos de bebés como aquellos que representaban a menores de 12 años.

En ciertos objetos, Le Scouarnec había insertado consoladores y juguetes sexuales. Además, su hogar estaba repleto de pelucas y fotografías relacionadas con la pornografía infantil.

Debajo de su colchón, las autoridades encontraron discos duros que almacenaban más de 300,000 archivos, algunos de los cuales mostraban violencia extrema, según informa el periódico español.

Asimismo, existían registros digitales donde el médico había consignado diariamente los nombres de pacientes, en su mayoría niños, a quienes había abusado sexualmente, desde caricias inapropiadas hasta actos de violación.

El individuo bajo sospecha cometió abuso contra menores de tan solo unos meses de vida, así como también contra personas ya adultas.

El lunes 24 de febrero, se llevó a cabo en Francia la sesión inicial del juicio relacionado con agresiones sexuales. Después de pasar varias horas en el estrado, el médico acusado de haber abusado de 300 menores durante un período de 25 años expresó lo siguiente:

“Si estoy aquí frente a ustedes es porque llevé a cabo acciones terribles cuando la mayoría de ustedes todavía eran solo niños. Aunque puedo comprender y simpatizar con el dolor que cada una de estas personas ha podido sentir, la enorme violencia presente en mis escritos, trato en cada uno de los interrogatorios de reconocer que lo que ocurrieron fueron hechos de violación y agresión sexual”.

También es mencionado por El País: “Quisiera precisar que, a mis ojos, no lo eran. Soy plenamente consciente de que estas heridas son imborrables e irreparables, no puedo volver atrás. Le debo a todas estas personas y a sus seres queridos asumir la responsabilidad de mis actos a lo largo de toda su vida”.

Le Scouarnec está bajo custodia debido a otros casos que fueron juzgados en 2020, por lo cual ya recibió una condena que le supone enfrentarse a un máximo de 20 años de cárcel, que es la condena más alta en Francia para el delito cometido.

De acuerdo con el fiscal del caso, Stéphane Kellenberger, la edad promedio de las víctimas era de 11 años. De todas ellas, 158 eran hombres y 141 eran mujeres. Solamente 14 tenían más de 20 años en el momento de ser agredidas, y 256 eran menores de 15 años.

El doctor anotaba meticulosamente el nombre de las personas afectadas, su edad, su dirección, el hospital en el que ejercía, así como la fecha y la descripción de los eventos llevados a cabo.

Asimismo, relataba sus emociones al atacar a sus víctimas mientras se dirigía a ellas. Al describir sus delitos en sus cuadernos, documentaba todo con deleite, dando vida a sus fantasías, según informó el periódico español.

Las autoridades descubrieron además diversas conductas aberrantes, incluyendo prácticas sadomasoquistas, escatológicas y zoofílicas con sus mascotas. Los investigadores encargados del caso también encontraron lo que llamaron “los cuadernos negros”, unos diarios escritos a mano durante tres décadas, que contenían narraciones con contenido pedófilo, y que llevaban títulos como “Mis cartas pedófilas”.

El imputado nació en Francia en 1950 y sus primeros delitos relacionados con el abuso infantil se registran en 1985, convirtiéndose en una actividad delictiva recurrente. Las autoridades responsables del caso lograron identificar a 114 víctimas, en las que el acusado admitió su participación. Sus defensores solicitaron que se desestimaran los casos de 85 de estas víctimas, argumentando que habían prescrito; finalmente, en el documento de acusación se enumeraron 299 víctimas, en su mayoría hombres.

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