¿Puede el aislamiento internacional contra Israel cambiar el rumbo de la guerra en la Franja de Gaza?

Alrededor de mil personas, un promedio de tres cada hora, han muerto desde que el pasado 15 de mayo Israel intensificó su ofensiva en Gaza y que se sumó a un bloqueo del ingreso la ayuda humanitaria por 11 semanas consecutivas desatando el repudio de decenas de países.
En particular, Francia, Canadá, Reino Unido y la Unión Europea anunciaron la suspensión de acuerdos y la revisión de políticas bilaterales con Israel, mientras que 22 naciones le exigieron al gobierno de Benjamin Netanyahu permitir el ingreso de ayuda internacional que recién comenzó a entrar a cuentagotas desde el jueves con 98 camiones.
“Una gota de agua en un océano” de necesidades en una guerra de casi 20 meses, le describió a EL TIEMPO Alexandre Marcou, vocero de la misión de Médicos Sin Fronteras en Gaza.
“Antes entraban 500 camiones al día; tras 11 semanas de bloqueo 98 miserables camiones han entrado. Esto no responde para nada a las necesidades humanitarias, que son catastróficas. En dos meses no entró ni una gota de agua a Gaza. El objetivo de las personas era sobrevivir. Los mismos médicos no comían para darle la comida a los niños”, relata Marcou, quien agrega que la situación no tiene ningún precedente.
“Estamos bajo condiciones de destrucción de toda condición de vida posible, casi que de tortura”, sentencia.

Trabajadores cargan ayuda humanitaria en un camión en el paso fronterizo de Kerem Shalom. Foto:AFP
Para Josie Hornung, doctoranda en relaciones internacionales en la Universidad de Queensland, Australia, el ingreso de esta ayuda mínima son “cínicas, diseñadas para crear la apariencia de compromiso mientras continúa el castigo de Gaza”.
En dos meses no entró ni una gota de agua a Gaza. El objetivo de las personas era sobrevivir. Los mismos médicos no comían para darle la comida a los niños
Además, la tensión se elevó esta semana por cuenta del ataque frontal del ejército israelí contra una delegación diplomática con representantes de 27 países que visitaban un campamento en la Cisjordania ocupada y que quedó registrado en video desatando una ola de llamados a consultas de embajadores.
El ejército israelí argumentó que los diplomáticos se "desviaron del itinerario", mientras que la Autoridad Palestina afirmó que las tropas “dispararon directamente y con munición real”.

La ofensiva israelí en la Franja de Gaza ha dejado miles de fallecidos, la mayoría civiles. Foto:AFP
En este contexto, Amos Yadlin, jefe de la inteligencia militar israelí entre 2006 y 2010, señaló que el rechazo y la legitimidad internacional de Israel han alcanzado un nuevo mínimo.
“Nuestra legitimidad internacional está en su peor momento, y podríamos enfrentarnos a sanciones”, dijo el ex general de la Fuerza Aérea Israelí a la emisora Knesset Channel, quien agregó que “esto podría evitarse poniendo fin a la guerra en Gaza”.
El bloqueo humanitario, los constantes bombardeos y el ataque a diplomáticos se fueron acumulando uno tras otro, hasta fracturar la postura de Israel frente a sus aliados.
“Estamos viendo algunas reacciones, por limitadas que sean y por tardías que sean, de los aliados tradicionales. Definitivamente Israel ha estado aislado en la opinión pública, pero ahora estará más aislado”, le dijo a EL TIEMPO la doctora Dana El Kurd, investigadora sénior no residente en el Arab Center, en Washington.

Netanyahu dijo estar dispuesto a un alto al fuego. Foto:
Para El Kurd, esta situación podría llevar a Netanyahu a aceptar ciertas concesiones “tal vez para congelar el conflicto”, pero aclara que “lo que ocurra no será sostenible en términos de poner fin a la guerra y estarán limitados en el ámbito del conflicto real”.
Sin embargo, para la analista internacional Jazmín Balaguer un escenario de aislamiento internacional está aún lejos de ser el caso. Para Balaguer, quien es miembro de la comunidad judía, los llamados a embajadores y revisión de acuerdos son “acciones simbólicas que no significan una afectación a las relaciones”.
Existe una sensación de pesimismo respecto a la eficacia del marco institucional actual, que depende del Consejo de Seguridad, a menudo paralizado, para tomar decisiones de acción. Mientras este siga siendo el único órgano con capacidad de ejecución, los Estados estarán limitados en su capacidad de respuesta
Pero, en caso de que este rechazo llegase a escalar, la analista considera que “sería un costo Israel estaría dispuesto a pagar” en su objetivo de destruir a Hamás. Además, matiza que una política de aislamiento “cambiaría muy rápidamente al evidenciarse los resultados de seguridad” en el enclave palestino.

Palestinos comprueban los destrozos causados por los ataques israelíes. Foto:AFP
Una postura similar, pero crítica, tiene Ricardo Marzuca Butto, historiador y académico del Centro de Estudios Árabes en la Universidad de Chile, quien afirma que son precisamente esos llamados de rechazo sin medidas concretas lo que sigue dándole paso a Israel para llevar a cabo su ofensiva.
“Los llamados a embajadores y los reclamos son absolutamente insuficientes. Mientras no haya acciones concretas que detengan la escalada israelí en Gaza Israel va a seguir tratando de cumplir con su objetivo, que es anexarse definitivamente los territorios palestinos ocupados”, declaró el académico palestino-chileno.
Entretanto, las fracturas también han comenzado a hacerse más evidentes dentro del gobierno de extrema derecha de Netanyahu, quien ya enfrenta tres juicios por fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos.
Este jueves, el primer ministro anunció el nombramiento del general David Zini como nuevo jefe de la agencia de inteligencia Shin Bet, a pesar de que la Corte Suprema y la fiscal general del país dictaminaron que la destitución de su predecesor, Ronen Bar, fue ilegal. Bar sostiene que fue blanco del Gobierno debido a que se le atribuye la autoría de un informe de 2023 en el que advertía sobre fallos en el ejército israelí ante una posible “incursión sorpresa” desde Gaza, deficiencias que habrían facilitado el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas.
Los llamados a embajadores y los reclamos son absolutamente insuficientes. Mientras no haya acciones concretas que detengan la escalada israelí en Gaza Israel va a seguir tratando de cumplir con su objetivo, que es anexarse definitivamente los territorios palestinos ocupados
Esta situación ha polarizado profundamente a Israel. Por un lado, los opositores acusan a Netanyahu de negligencia. Por otro lado -y aquí radica la paradoja-, es precisamente la ofensiva militar en Gaza, lanzada en respuesta a ese ataque, la que le ha permitido al primer ministro aferrarse al poder.

Un palestino llora a las puertas del hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza. Foto:AFP
“La permanencia de Netanyahu en el poder está vinculada a que la ofensiva continúe, sobre todo para mantener las alianzas con la ultraderecha, así como evitar el juicio y responder por los fallos de seguridad”, dice al respecto Margarita Cadavid, Internacionalista de la Universidad del Rosario especialista en Derechos Humanos.
A esto se suma el disminuido apoyo social. Según una encuesta reciente de Channel 12, un canal israelí, apenas un 25 por ciento de las personas apoya la expansión de los combates y la ocupación en Gaza, mientras el 61 por ciento manifestó su intención de finalizar la guerra y traer de vuelta a los 58 secuestrados que aún están en poder de Hamás, de los cuales 20 estarían con vida.
La permanencia de Netanyahu en el poder está vinculada a que la ofensiva continúe, sobre todo para mantener las alianzas con la ultraderecha, así como evitar el juicio y responder por los fallos de seguridad
Para Cadavid, el papel de la población podría jugar un importante rol “si el rechazo desde Israel a esta situación se amplía, pero eso aún es muy difícil porque hay una unidad frente al estado de Israel y las voces en contra son todavía muy pocas”.
Los límites del rechazo internacional sin medidasMientras las relaciones de Israel se deterioran con decenas de países, tres debilidades salen a la luz en el sistema internacional de cara a las respuestas -o falta de ellas- sobre la ofensiva israelí en Gaza.

Operaciones terrestres de Israel en Gaza Foto:AFP
La doctora Bezen Balamir Coskun, internacionalista experta en política exterior y seguridad en Medio Oriente, quien ha sido observadora de los acontecimientos entre Israel y la comunidad palestina desde el año 2000, explica que en primer lugar, las condenas verbales no tienen ningún efecto en los gobiernos israelíes, “en particular, en el gobierno liderado por Netanyahu, que subraya continuamente la retórica de décadas de que ‘Hamás jura borrar a Israel del mapa’”.
Ese discurso salió a la luz el jueves tras los ataques contra la embajada israelí en Washington, donde dos funcionarios fueron asesinados por un hombre que gritó “Palestina libre” tras ser capturado. Netanyahu acusó a los líderes europeos de haber incitado el ataque al exigir el ingreso de la ayuda humanitaria y que se mostraran dispuestos a reconocer a Palestina como Estado.
"Para estos neonazis,'Palestina Libre' es simplemente la versión actual de 'Heil Hitler'. No quieren un Estado palestino. Quieren destruir el Estado judío. Estos líderes pueden pensar que están promoviendo la paz. No es así. Están animando a Hamás a seguir luchando eternamente", afirmó.
En segundo lugar, se encuentra la evidente debilidad que demuestran las organizaciones internacionales, como el Consejo de Seguridad de la ONU o la CPI. Para Josie Hornung, existe una “sensación de pesimismo respecto a la eficacia del marco institucional actual, que depende del Consejo de Seguridad, a menudo paralizado, para tomar decisiones de acción. Mientras este siga siendo el único órgano con capacidad de ejecución, los Estados estarán limitados en su capacidad de respuesta”.
Por último, los analistas consultados coinciden en que el actor que tiene el poder de inclinar la balanza es Estados Unidos, país que aún mantiene una relación de cooperación. Prueba de ello es su silencio ante los recientes eventos en Gaza.
La doctora El Kurd resume este punto: "El sistema internacional funciona a través de la hegemonía estadounidense. Lo que estamos viendo son los límites del sistema internacional para detener la maquinaria de guerra israelí".

El bloqueo a la ayuda humanitaria ha dejado una situación humanitaria sin precedentes. Foto:AFP
Para la doctora Coskun, solo si el presidente Trump se une a los líderes internacionales y decide condenar a Israel, esta estrategia de condena podría funcionar. Y, si bien la administración republicana se ha mostrado reacia a esto, la paciencia de Trump se va agotando.
“Estados Unidos está perdiendo poco a poco la paciencia ante las acciones temerarias de Netanyahu. Trump tiene como objetivo resolver los conflictos en Medio Oriente para facilitar las inversiones en la región. Por lo tanto, Estados Unidos quiere el fin de la guerra, aunque aún no ha declarado su intención a Israel”, concluye la experta.

Un niño palestino inspecciona una zona destruida de la escuela Al Tabien. Foto:EFE
Para la doctora Michelle Pace, investigadora principal del Departamento de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, las reacciones internacionales de rechazo "es ruido y que no tendrá ninguna repercusión. Israel seguirá desafiando mientras no haya consecuencias serias para sus acciones ilegales".
"No creo que esto sea un punto de inflexión. Esto no es más que humo (de los países Europeos) para encubrir su propia complicidad", sentencia.
A pesar de los llamados, lo cierto es que el futuro del conflicto dependerá de los apoyos que logre mantener o perder Israel, y ahora cada acción se mirará con lupa. El gobierno de Netanyahu deberá demostrar a sus aliados que sus objetivos siguen siendo recuperar a los rehenes y acabar con Hamás.
O si, por el contrario, la violenta ofensiva militar israelí que ha cobrado más de 53.700 muertes del lado palestino, y de las que habría un subconteo de entre 10.000 y 20.000 muertes más, se ha corrompido hacia una guerra indiscriminada del todo vale que devasta a una región de 2,1 millones de personas y en la que organizaciones internacionales denuncian un genocidio.
eltiempo