Una veintena de miembros del DOGE dimiten en protesta contra Elon Musk
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El Departamento de Eficacia Gubernamental (DOGE), inspirado por el multimillonario Elon Musk, se construyó sobre lo que era antes el Servicio Digital de Estados Unidos (USDS). Mediante un decreto de Donald Trump, la agencia cambió de nombre, aunque sigue sin ser en sentido estricto un Departamento, y heredó su personal. Este martes más de 20 empleados federales que habían pasado a estar adscritos al DOGE han presentado su dimisión de forma conjunta alegando que se negaban a utilizar sus conocimientos técnicos para “desmantelar servicios públicos esenciales”.
“Juramos servir al pueblo estadounidense y defender nuestro juramento a la Constitución a lo largo de las administraciones presidenciales. Sin embargo, ha quedado claro que ya no podemos cumplir esos compromisos”, escribieron 21 empleados del DOGE en una carta de dimisión dirigida a la jefa de Gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, y publicada en internet. “No utilizaremos nuestras habilidades como tecnólogos para comprometer los sistemas gubernamentales básicos, poner en peligro los datos confidenciales de los estadounidenses o desmantelar servicios públicos esenciales. No prestaremos nuestra experiencia para llevar a cabo o legitimar las acciones del DOGE”, escriben en la misiva, cuyo contenido fue adelantado por AP.
Entre los que han presentado la dimisión (que suponen casi un tercio del DOGE), están miembros de lo que era la vanguardia digital de la Administración, ingenieros, científicos de datos y directores de producto. Todos habían ocupado anteriormente cargos de responsabilidad en empresas tecnológicas como Google y Amazon, y escribieron en su carta de dimisión que se habían unido al gobierno por un sentido del deber hacia el servicio público, según señala AP. Con el regreso de Trump a la Casa Blanca, esos cuadros se han visto desplazados por Musk y sus jóvenes ingenieros, que han llegado con un estilo arrogante y amenazando a diestro y siniestro con despidos.
Clima de confusiónLa carta de dimisión llega al día siguiente de que la propia Administración se desmarcase de una amenaza de Elon Musk en que pedía a los empleados federales contestar por escrito a un correo electrónico para contar qué habían logrado en sus puestos la semana anterior. La Oficina de Gestión de Personal (OPM) tuvo que aclarar que la respuesta a ese correo era voluntaria, después de que Musk dijese que interpretaría la falta de contestación como una renuncia y que Trump dijese que quienes no cumpliesen estarían “despedidos o semidespedidos”.
Varios departamentos habían pedido a sus empleados no hacer caso al ultimátum del magnate nacido en Sudáfrica, que no tenía habilitación legal de ningún tipo para su conducta. Pese a ello, Musk volvió este lunes a la carga diciendo que daría una nueva oportunidad a los funcionarios y que esta vez quien no contestase sí que sería despedido. “A discreción del presidente, se les dará otra oportunidad. La falta de respuesta por segunda vez dará lugar al despido”, volvió a amenazar el magnate. En realidad, no ha habido ningún nuevo correo electrónico con una petición ni ultimátum similar y no está claro si lo habrá.
La confusión y el caos continúa. Horas después de que la OPM dijese que era voluntario responder a la petición de Musk, envió una nueva guía este lunes en que decía que las agencias debían “revisar las respuestas y evaluar las no respuestas, considerando factores tales como si el empleado estaba ausente con permiso el lunes 24 de febrero de 2025 o si tenía acceso al correo electrónico en esa fecha”. El nuevo memorándum, citado por la CNN, decía que los empleados federales debían dirigir sus respuestas a los directivos de la agencia y poner en copia a la OPM, entrando en contradicción con la petición original.

Las dimisiones de miembros del DOGE se producen en ese clima enrarecido de acoso y amenazas, en el que los empleados además se han visto forzados a volver al trabajo presencial. Los dimisionarios advierten de que muchos de los contratados por Musk para la drástica reforma de la Administración que le ha encargado Donald Trump eran ideólogos políticos que no tenían las habilidades o la experiencia necesarias para la tarea que tenían por delante.
Según los empleados que ahora han dimitido, personas con distintivos de visitantes de la Casa Blanca, algunas de las cuales no quisieron dar su nombre, interrogaron a los empleados públicos sobre sus cualificaciones y sobre política al día siguiente de que Trump jurase el cargo. “Varios de estos entrevistadores se negaron a identificarse, hicieron preguntas sobre lealtad política, intentaron enfrentar a colegas entre sí y demostraron una capacidad técnica limitada. Este proceso creó importantes riesgos de seguridad y fue diseñado para intimidar a los empleados del gobierno”, dicen los dimisionarios en su carta.
A mediados de este mes, unos 40 empleados de la oficina fueron despedidos, aunque de ellas solo uno era ingeniero informático. “Estos funcionarios altamente cualificados trabajaban para modernizar la Seguridad Social, los servicios a los veteranos, la declaración de impuestos, la atención sanitaria, la ayuda en caso de catástrofes, la ayuda a los estudiantes y otros servicios esenciales”, afirma la carta de dimisión. “Su destitución pone en peligro a millones de estadounidenses que dependen de estos servicios a diario. La repentina pérdida de su experiencia tecnológica hace que los sistemas críticos y los datos de los estadounidenses sean menos seguros”, añade.
Los dimisionarios denuncian que las acciones del DOGE, como despedir a expertos técnicos, el manejo inapropiado de datos confidenciales y la quiebra de sistemas críticos, contradicen su misión declarada de “modernizar la tecnología y el software federales para maximizar la eficiencia y la productividad gubernamentales”. “Estas acciones no son compatibles con la misión que nos llevó a unirnos al Servicio Digital de los Estados Unidos: ofrecer mejores servicios al pueblo estadounidense a través de la tecnología y el diseño”, dicen.
El USDS se creó hace más de una década para mejorar los servicios para los veteranos, y ayudó a crear un portal gratuito gestionado por el gobierno. También ideó sistemas para mejorar la forma en que el gobierno federal compraba tecnología. Ha contribuido desde entonces a la digitalización de la Administración.
EL PAÍS