Álvaro Núñez, en RTVE: «Es maravillosa toda esta atención a los encierros, pero reclamo la misma a las corridas, porque el único sentido del toro es lidiarse»

Este miércoles debuta Álvaro Núñez en Pamplona. Y lo hará con un cartel excepcional: Morante, Roca Rey y Tomás Rufo. Una extraordinaria terna, a tenor de un grandioso ganadero, que fue por la mañana invitado a La 1 tras el encierro, para comentar el juego de sus toros durante el recorrido. Y, a la espera de lo que pase en el ruedo, la primera puerta grande debería ser para él.
Tras contar con emoción que llevaba viniendo treinta años a San Fermín junto a su padre, y que hoy, al fin, lidiaba en solitario, alzó la voz para reivindicar que, lo importante, no son los encierros, que comparó con los entrenamientos de un futbolista; el partido, lo esencial, es lo que ocurre después: «Nosotros criamos los toros para por la tarde», remarcó. «Es una tradición preciosa la del encierro, pone en valor el miedo que da un toro, porque está todo el mundo asustado, y eso es lo que hace del toro un animal tan distinto, por el respeto que impone», explicó para poner en valor -nunca mejor dicho- el mérito de los toreros: «Quinientos tíos corriendo de un toro, y de repente llega uno, se queda quieto y se lo pasa cerca».
«Para nosotros, que somos ganaderos, lo esencial es el toreo. Porque el torero domina al toro, no corre de él, se queda quieto y crea arte, y esa es la esencia del toreo», dijo, tras elogiar a los que están en los encierros, que por supuesto tienen mucho mérito, porque ni Álvaro -ni muchos- correríamos delante de los toros de Pamplona. Pero, como decía Núñez, corren. No se quedan quietos para parar, templar y mandar, como indican las reglas clásicas. Sin olvidar cargar la suerte, como siempre decía Domingo Ortega.
Aprovechó el tener las cámaras para mandar el mensaje exacto: «Me parece maravillosa toda esta atención a los encierros, pero requerimos lo mismo para el toreo. Yo reclamo más atención durante el año hacia el toreo. La temporada de Morante está siendo antológica. Está siendo la mejor temporada de su vida, del tal vez mejor torero de la historia. Y Roca Rey es un torero que traspasa fronteras, valiente, que lleva mucha gente joven. Y pasan desapercibidos en la televisión, no se habla de ellos durante el año».
Y volvió a subrayar que la crianza del toro es para lidiarse, no para que corran por la mañana: «El único sentido de la existencia del toro es lidiarse, porque la bravura es una cosa que se cría para la tarde de toros. La grandeza del toro es que todos los animales cuando se someten, huyen, y el toro cuando es sometido, ataca, y muere con dignidad en la plaza». El otro día en la televisión pública vasca se dijo que los toros de Fuente Ymbro iban a ser 'asesinados', algo que, como es normal, indignó a Núñez: «Es inadmisible que se diga eso, porque asesinadas son las personas. Para matar a un toro hay que ponerse delante de los dos pitones, coger la espada y llega hasta allí. Eso es estar dispuesto a entregar tu vida». Lo opuesto a correr delante, cosa que sí estaba retransmitiendo ETB.
También le preguntaron sobre la selección y crianza del toro, y explicó que a Pamplona se lleva un toro más grande, seleccionando normalmente doce por los accidentes que puedan pasar. «Ninguna profesión te paga lo suficiente como para morir allí con tu arte», volvió a recalcar, para dar importancia a la labor de los espadas, porque «los toreros son los últimos héroes», y consiguen «reducir a un toro, dominarlo y crear arte», generando un espontáneo 'olé' de «doce mil tíos que no tienen ni idea de nada, pero ahí se ponen de acuerdo. Eso es una maravilla». Para ese momento, los ganaderos dan su vida por este animal, el más bello del mundo, y los toreros están dispuestos a entregarlo todo. Esperemos que la explicación de Álvaro Núñez sirva para que, quienes ven los encierros y se olvidan de lo que ocurre en el ruedo, recuerden que lo fundamental es lo segundo, mientras que lo primero es eso, un «entrenamiento».
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