María Claudia Tarazona habló sobre la falta de garantías de seguridad tras el atentado contra Miguel Uribe: 'Era un blanco fácil'

María Claudia Tarazona, esposa del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, compartió su testimonio en el programa 'Los Informantes', en el que narró los momentos posteriores al atentado que dejó gravemente herido a su esposo.

El ataque, ocurrido hace más de un mes, puso en evidencia, según Tarazona, las deficiencias en la seguridad brindada a figuras políticas en campaña.

Durante la entrevista, Tarazona señaló que su esposo realizaba actividades proselitistas sin contar con las condiciones mínimas de protección.

“Miguel estaba haciendo su campaña sin las condiciones mínimas de seguridad. Estaba muy expuesto y, por lo vulnerable, era un blanco fácil”, afirmó.

A pesar de que no habían recibido amenazas previas, según explicó, la familia era consciente del riesgo que implicaba la actividad política en el país.

“Hablamos mucho de eso. Yo le decía a Miguel: estás peleando muy duro y estás muy poco cuidado”, relató, recordando que en algunas ocasiones el precandidato asistía a foros acompañado únicamente por un policía y movilizándose en taxi.

Tarazona también revivió los momentos posteriores al atentado. Recordó cómo logró trasladar a su esposo desde Fontibón hasta la Fundación Santa Fe, mientras lo sostenía en la ambulancia.

“No te mueras, no te mueras, tenemos que llegar”, repetía mientras lo acompañaba. “Fueron los 15 minutos más largos de mi vida”, declaró.

El estado de salud de Miguel Uribe continúa siendo reservado. Lleva más de un mes en la unidad de cuidados intensivos.

María Claudia aseguró que ha decidido respetar la voz oficial del equipo médico y no ofrece detalles adicionales sobre su evolución, limitando la discusión a su núcleo familiar.

Consultada sobre su situación emocional, Tarazona reconoció sentir miedo, especialmente por sus hijos.

En cuanto al futuro, afirmó que ha decidido no hacerse preguntas que no tienen respuesta. “Ni siquiera pregunto qué va a pasar mañana”, expresó.

La fe se ha convertido en su sostén en medio de la incertidumbre. “Yo aprendí dos cosas en este proceso: a confiar en Dios y a vivir el presente. Le agradezco cada día de vida de Miguel”, concluyó.