Memoria y migración conducen Territorios alterados, en el Munae

Memoria y migración conducen Territorios alterados, en el Munae
Exposición que comprende el arte gráfico realizado en dos lustros por la rusomexicana Ioulia Akhmadeeva
▲ Ésta es la primera muestra individual de Akhmadeeva en la Ciudad de México. Aquí, una de las piezas que expone.Foto cortesía Inbal
Merry Macmasters
Periódico La JornadaMartes 6 de mayo de 2025, p. 2
En 1993, en una exposición de los beneficiados con la beca de Jóvenes Creadores del Fonca, la artista rusomexicana Ioulia Akhmadeeva (Krasnodar, 1971) vio un ejemplo de arte gráfico contemporáneo mexicano que no conoció en su etapa de estudiante en la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Allá, más bien había estudiado al Taller de Gráfica Popular, que, aunque extraordinario
, es obra con sustento social
, como las artes plásticas oficiales en su país natal, que la joven estudió en los años 80 y 90 del siglo pasado.
De aquella muestra le sorprendió la facilidad de experimentar, romper y extender las fronteras
para fines estéticos. Fue algo de lo que se percató mucho más en la gráfica que en la pintura y la escultura
, las cuales le parecían “artes más atrasadas en cuanto a su desarrollo. Esto me gustó mucho de aquí. Dije: ‘debo estar aquí, aprender y hacer algo’”.
Territorios alterados es la primera exposición individual de Akhmadeeva en un museo de la Ciudad de México. Reúne la producción de dos lustros de trabajo que abarca 43 piezas, desde series gráficas −litografía, siligrafía, colotipia y algrafía− y libretas de apuntes, hasta ediciones de artista, arte-objeto, collage y cerámica de alta temperatura intervenida, una nueva vertiente de su producción. En ellas, la expositora reflexiona en torno a temas como la memoria, la familia, la migración, la identidad y la transformación de los espacios que se habitan.
Con tres décadas en México, Akhmadeeva afirma que todos somos migrantes
, aseveración que conduce la exposición. En el transcurso de la vida nos movemos de un lado a otro. Aparte de unas pocas pertenencias, llevamos nuestras memorias, en nuestra mente, como recuerdos simbólicos y nostálgicos, y en objetos como fotografías familiares, archivos o cartas, porque eso nos define, y nos habla de nuestros antepasados, de dónde vivían, qué hacían, cómo eran sus vidas
.
Akhmadeeva nació en el sur, entre Georgia y Ucrania
, de un país, como suele decir, que ya no existe: la URSS. En su familia predominaban las mujeres, ya que no se acuerda de la presencia de hombres. Escuchar los cuentos de la abuela materna acerca de la guerra, en la que lucharon sus dos abuelos, alimentó su obra gráfica.
A los 18 años fue a Moscú a estudiar en la Academia Estatal Rusa de Artes Plásticas, en el Instituto VI Surikov, con especialidad en arte gráfico y de caballete. Allí conoció a su esposo mexicano, con quien se casó en 1993. Su hija nació en México en 1994. Un año después de impartir clases de dibujo en la Universidad Iberoamericana, la expositora concursó para ocupar asignaturas en la Facultad Popular de Bellas Artes de la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo, en Morelia, donde radica desde hace 23 años.
De acuerdo con Akhmadeeva, el arte gráfico en México sigue en movimiento, tanto en su faceta urbana
, como en la expansión de sus conceptos y la experimentación con soportes. Le interesa probar las nuevas tecnologías, como el corte de láser y la impresión en tercera dimención
, sin dejar atrás el tema de la memoria, la suya y la de otros.
Actualmente, trabajo con migrantes mexicanos. Este tema estaba en mis planes antes de que Trump declarara las deportaciones masivas de los migrantes mexicanos. Es decir, conectar la memoria de mis experiencias con la de otras personas para interpretar y hacerlas visibles al llevarlas al público y los espacios museográficos.
La muestra incluye una pieza muy particular a modo del ensamble en arte-objeto que también se reproduce en forma gráfica. Memoria contenida II incluye un pequeño vestido elaborado con una tela de terciopelo que su abuelo paterno trajo de Checoslovaquia en 1945, y su abuela ucrania regaló a la artista el día de su boda. En 1999, su madre lo convirtió en un vestido para la hija mayor de Akhmadeeva. Se complementa con un cuello de crochet intervenido con los retratos familiares en litografía, hecho por su abuela especialmente para Ioulia, niña, y las palomas de la paz en origami cerámico y papel.
Según la artista la gráfica es lo que responde con más rapidez a los procesos que vivimos socialmente, duelos pasados y presentes
.
Territorios alterados. Ioulia Akhmadeeva permanecerá hasta el 6 de julio en el Museo Nacional de la Estampa (Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro).
La UDLAP resguarda el archivo Covarrubias, una joya irrepetible
Consta de unos 30 mil documentos originales del caricaturista y de su esposa, la bailarina Rosa Rolanda // Una parte se puede visitar en línea

▲ Caricatura de la pareja, dedicada a Margo, con cariño desmedido
, fechada en 1945.Foto tomadas del sitio web de la colección de Miguel Covarrubias de la UDLAP

▲ La bailarina y pintora con un enredo en la cabeza.Foto tomadas del sitio web de la colección de Miguel Covarrubias de la UDLAP

▲ Rosa Rolanda y Covarrubias en una barca simulada.Foto tomadas del sitio web de la colección de Miguel Covarrubias de la UDLAP

▲ Rolanda posa para la cámara de Edward Weston.Foto tomadas del sitio web de la colección de Miguel Covarrubias de la UDLAP
Merry Macmasters
Periódico La JornadaMartes 6 de mayo de 2025, p. 3
La Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) alberga un amplio archivo de Miguel Covarrubias (1904-1957), el cual consiste en alrededor de 30 mil documentos originales tanto del caricaturista, ilustrador, investigador y antropólogo, como de su primera esposa, la bailarina, fotógrafa y pintora Rosa Rolanda (1898-1970). Se trata de bocetos, imágenes, recortes, revistas, cartas, libretas y agendas. En línea se han digitalizado 96 expedientes, con un total de 5 mil 132 imágenes.
Entre las joyas del archivo, están fotografías que personalidades como Nickolas Muray, Edward Weston y Man Ray hicieron al matrimonio. Fotos en las que luego aparecerían artistas de la época, como Frida Kahlo, Diego Rivera, Dolores del Río y Mario Moreno Cantinflas. Fotos que, por ejemplo, Leo Mátiz tomó específicamente a Kahlo.
María del Refugio Paisano Rodríguez, jefa de Archivos y Colecciones Especiales de la Biblioteca de la UDLAP, hace hincapié en una carta escrita por Kahlo, dirigida a la pareja, firmada: Frida, la popular
. En la misiva, sin fecha, escrita en español e inglés, la pintora, quien se quedó al cuidado del perro de Rosa durante un viaje del matrimonio a Estados Unidos, relata que se siente aburrida y que no hay chismes por contar
.
El Chamaco, como apodaron a Miguel Covarrubias, al fallecer dejó su archivo a Rosa Rolanda, quien, a su vez, lo donó al arquitecto jalisciense Luis Barragán, con quien la pareja tuvo gran amistad, señala Paisano Rodríguez. Una parte del archivo fue turnada, primero, a la Biblioteca Benjamín Franklin. De acuerdo con la especialista, en 1977, por conducto del doctor Kirkpatrick, una persona que ya se encontraba en la UDLAP
, se hace la donación del archivo a la institución, que incluyó una colección de libros.
Según Paisano Rodríguez, el archivo llegó en cajas de cartón cerradas, a las que nadie tuvo acceso, llenas de carpetas, cada una con el nombre del contenido, que se respetó. Es decir, el archivo estaba organizado por medio de fólders. Fue hasta 1992 que el archivo fue trasladado a una sala que en su momento se llamó Porfirio Díaz; entonces, comenzó su ordenamiento. Muchas de las carpetas estaban en mal estado y fueron remplazadas. También se hizo un inventario de cada material, con su número respectivo.
Ésta es una especie de instrumento tanto de organización como de consulta de los materiales
, apunta Paisano Rodríguez. Algunos de los documentos, por ejemplo, decían Bali danzas
; sin embargo, a veces contenían materiales que no tenían nada qué ver con el título de la carpeta. Se buscó, entonces, un fólder que tuviera relación, o sentido, con la imagen en cuestión. Una vez completado el inventariado y el catálogo se procedió a seleccionar el material más relevante para su digitalización
.
El acervo más consultado
Se sigue trabajando en la documentación de cada carpeta, porque, al digitalizarse, hay que incluir una descripción. No sólo es la imagen y ya. Falta el título, el autor, el tema y una descripción del contenido
. Lo que requirió de mayor cuidado fueron las fotografías, porque la mayoría eran impresiones sobre gelatina de plata.
Según la experta, de todos los archivos que resguarda la UDLAP, el de Miguel Covarrubias es el más consultado, tanto por estudiantes como por especialistas en este artista. Es muy requerido, sobre todo en sala
, anota. En cantidad de materiales sólo lo supera el archivo del historiador, etnólogo y antropólogo Wigberto Jiménez Moreno, que también resguarda la UDLAP.
Para Paisano Rodríguez, el archivo Covarrubias es una joya
, al contener material único e irrepetible que refleja la destreza de un personaje singular que no tuvo como tal estudios académicos, pero que llegó a ser uno de los artistas más significativos que ha tenido México
.
Fue un mexicano que extrapoló la cultura de su país a otras partes del mundo a través de algo tan simple como un lápiz. Por medio de un trazo pudo dar a conocer al mundo la riqueza cultural de México y de otras naciones, con algo ameno y fácil de entender para cualquiera como es un boceto o una caricatura
.
Actualmente, los servicios de la sala de Archivos y Colecciones Especiales están suspendidos de forma temporal debido a la remodelación mayor del edificio de la biblioteca. Se calcula que dichos trabajos estén terminados para enero de 2026. El archivo Covarrubias se puede consultar en el siguiente enlace: https://catarina.udlap.mx/xmLibris/projects/covarrubias/
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