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Así se recuperó España del gran apagón: una 'mancha' de aceite energética que se fue extendiendo por la península

Así se recuperó España del gran apagón: una 'mancha' de aceite energética que se fue extendiendo por la península

La demanda del sistema eléctrico está recuperada al. 99%. Aunque los datos son de las 06.00, Red Eléctrica lo anunció en su cuenta de X a las 06.46 y a las 06.49 lo confirmó -en su caso, en Bluesky- la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica: el 100% de las 680 subestaciones de la red de transporte están en servicio, restablecidas. Aún no se sabe qué produjo el apagón, pero sí cómo nos recuperamos de él.

En realidad, hay que destacar que la respuesta ha sido relativamente rápida y todo se puso en marcha prácticamente desde la caída, detectada a las 12.32 del lunes. Se iniciaron también los protocolos de comunicación entre gestor, empresas del sector, Gobierno y autoridades. Pero desde el punto de vista eléctrico, todo comenzó en Francia, Marruecos y unas centrales hidroeléctricas preparadas para esta eventualidad.

Los países vecinos utilizaron sus conexiones fronterizas para propagar tensión a Cataluña, País Vasco y Andalucía. Esto permitió poner en marcha sus sistemas, que también habían caído y, a partir de ahí, hacer que llegase por el resto del sistema eléctrico peninsular. La luz, por así decirlo, se fue expandiendo como una mancha de aceite por la geografía nacional.

Al mismo tiempo, un grupo de centrales hidroeléctricas con capacidad de arrancar de forma autónoma se pusieron en marcha cuando se detectó el apagón y procedieron a acoplarse a la red. A grandes rasgos, su papel fue el mismo que el de Marruecos y Francia: establecer estas zonas e ir haciendo que crecieran a medida que alcanzaban nuevos puntos de suministro. La tensión se va propagando a lo largo de toda la red y se iba haciendo crecer estas islas energéticas hasta que fue posible interconectar todas ellas. Ya en su comunicación de las 21.00 Red Eléctrica informaba que en ese momento no quedaban islas.

En este proceso se fueron conectando distintas fuentes al sistema. Las dos que resultaron clave fueron las hidroeléctricas antes mencionadas y las de ciclo combinado, que queman combustible -normalmente, gas- y se pueden poner en marcha con relativa rapidez. Si ya están en funcionamiento, que no era el caso, es casi inmediato. La nuclear también tarda varias horas -unas 12- en volver a generar electricidad, pero una vez que lo haga aportará una generación continuada. En medio de la caída, los titulares de las centrales nucleares españolas notificaron al Consejo de Seguridad Nuclear la declaración de situación de prealerta de emergencia debido a la pérdida de suministro eléctrico exterior. Fue un parón por seguridad. A medida que suba el sol llegará de nuevo la solar fotovoltaica.

No hizo falta que esta 'mancha de aceite' llegase a las islas y Ceuta y Melilla, porque cuentan con sistemas autónomos y no se vieron afectadas por la caída. Esto, eso sí, no las hace más robustas y, de hecho, es bastante más común que una isla caiga cuando se produce un cero como el de la península. En Canarias no cae todo el sistema porque funcionan, precisamente, como islas energéticas salvo Lanzarote y Fuerteventura, que están conectadas por un cable submarino.

¿Nueva caída?

La gran duda ahora es si el sistema puede volver a caer. La realidad, de nuevo, es que lo normal es que no ocurra, porque es muy robusto y con fuentes redundantes capaces de darse respaldo una a otra y salvaguardas (se puede desconectar, por ejemplo, a industrias electrointensivas). Pero la realidad es también que ayer cayó. Hasta que no se sepa qué ocurrió con certeza no se puede garantizar nada. Sin embargo, si esta vuelta a la normalidad es, efectivamente, una vuelta a la normalidad, debería aguantar ahora que ya están todas las subestaciones en servicio.

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