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‘Las mujeres no necesitamos privilegios, sino oportunidades’:magistrada Carmen Amparo Ponce

‘Las mujeres no necesitamos privilegios, sino oportunidades’:magistrada Carmen Amparo Ponce
La magistrada Carmen Amparo Ponce Delgado está al frente del tribunal más grande del país. Este año fue elegida presidenta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, el cual tiene a 42 magistrados y ha venido siendo la corporación de cierre para miles de demandas.
Como tributarista y togada desde hace 17 años, en diálogo con EL TIEMPO hizo énfasis en la necesidad de superar las brechas de género en la Rama Judicial y dio un balance de cómo está, con respecto a trabajo, cada una de las secciones que componen su corporación. También resalta su pasión por el fútbol y los años en los que se dedicó al periodismo y la radio en su natal Pasto.

Carmen Amparo Ponce Delgado, presidenta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Foto:Néstor Gómez. El Tiempo

Magistrada, ¿cómo se inicia en la Rama Judicial?
Soy abogada de la Universidad de Nariño y magistrada hace 17 años. Ingresé en carrera en el Tribunal de Bolívar, donde estuve tres años; duré cinco años en el del Cauca y desde 2016 estoy en el de Cundinamarca, en la Sección Cuarta, que es la tributaria. También trabajé 18 años en la Dian, especializada en derecho público, y tengo maestría en tributación internacional. He sido profesora también.
Para este año fue elegida como presidenta del Tribunal...
Para mí es un honor y una gran responsabilidad estar al frente del tribunal administrativo más grande e importante del país. Es más grande, incluso, que el Consejo de Estado. En Bolívar y Cauca también fui presidenta.
Hay una anécdota suya, de cuando fue periodista...
Yo debuté en radio cuando estaba en sexto de bachillerato, y no sabe cómo: era comentarista de fútbol en un estadio. Me inicié en radio, en Pasto, mi ciudad, y me gustaba mucho el fútbol, me sigue gustando. Luego comencé con otros programas musicales, ya de contenido. Fui columnista de un diario en Pasto, y escribí alguna columna para La República. Cuando me vine a Bogotá a estudiar incursioné en radio, pero cuando empecé mi carrera no pude ejercerla más. Por eso entiendo la labor que se hace en el periodismo, que es muy importante. Es una gran responsabilidad.

Carmen Amparo Ponce Delgado, presidenta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Foto:Néstor Gómez. El Tiempo

¿Y de qué equipo de fútbol es hincha?
Pues yo no me pierdo la Premier League ni a la Selección Colombia.
Hablando de su tribunal, ¿cuáles cree que son los retos más importantes que tienen?
Mi lema para este año de presidencia es ‘Por una justicia inclusiva’, y comenzamos hablando el Día de la Mujer de inclusión, no de celebración. En la rendición de cuentas tuvimos esa misma tónica, nuestro objetivo ha sido presentar un balance de todo Cundinamarca y Amazonas, donde estamos haciendo patria. Amazonas, por ejemplo, entró en la tecnología de cero papel, todo es electrónico.
¿Cómo está compuesto el Tribunal Administrativo de Cundinamarca?
Está compuesto por 42 magistrados. Hasta 2023 éramos 39. Se creó una sala de la Sección Primera a raíz de una serie de demandas por temas de salud. De manera transitoria tenemos una sala de tres magistrados para conocer de demandas por asuntos laborales, prestacionales, y había un problema de quiénes las resolvían. Pero acá no solo somos magistrados, hay un equipo de más de 400 personas, que son nuestras secretarías, contadores y hasta un bibliotecario que tenemos para empleados y la ciudadanía.

Carmen Amparo Ponce Delgado, presidenta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Foto:Néstor Gómez. El Tiempo

¿Y cómo está el número de demandas que reciben?
El año pasado recibimos 4.897 demandas, y llegaron 16.181 en apelación desde juzgados. ¿Qué quiere decir? Que para 2024, la tendencia fue que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca se está convirtiendo en tribunal de cierre. Los procesos de segunda instancia casi que triplican a los de primera. Aquí se agota el proceso ordinario, salvo alguna cosa excepcional. Además, este año se han dado muchas demandas de pérdida de investidura en Sala Plena; son casos contra ediles y concejales.
También tienen funciones de control de legalidad ante decisiones de distintas autoridades...
Sí. Yo digo que nuestro control de legalidad es como el semáforo en rojo. El papel del rojo es que la gente frene y no acabe con la vida del peatón. En este caso, el conductor lleva el vehículo y es la autoridad que tiene el poder, y nuestro freno es para que no atropelle al ciudadano. Eso es lo que nosotros hacemos, es curioso que su mente cambia de cuando es conductor a cuando es peatón. Cada uno dice algo y se le olvida que antes tuvo el otro rol. Así pasa con el ejercicio de poder de las autoridades, y nuestro papel es para proteger la vida del ciudadano, seguimos siendo el semáforo en rojo.
¿Y en cuanto a la carga laboral de las secciones?
Analizando la jurisdicción contenciosa, me llamó la atención que disminuyó el número de demandas en juzgados, sobre todo en provincia. Pero, como explicaba, en el Tribunal subió, se incrementó en un 17 por ciento en 2024 respecto a 2023. Acá la sección que tiene la mayor carga es la Segunda, de asuntos laborales. Luego la Primera, la Tercera y la Cuarta. El gran reto es la justicia pronta, ya los abogados se ahorran varios trámites.
Su lema es de inclusión, y en cargos de toma de decisiones son muchas menos las mujeres. ¿Qué opinión le merece esto en un momento en el que a las altas cortes suelen ternar más a hombres?
Cuando hice una investigación para los 100 años del Tribunal del Cauca, me di cuenta de que las mujeres llegamos a ser magistradas por concurso público. Fue la oportunidad de que llegáramos a esos cargos, en 1989. O sea, uno mirando la historia, eso fue a la vuelta de la esquina. Desde ese año las mujeres tuvimos la oportunidad de obtener un nombramiento, antes era por recomendación y no había confianza en la capacidad de la mujer. Debo hacer un reconocimiento de que dentro de ese proceso de inclusión, la jurisdicción contenciosa ha sido la más abierta. En este momento, el 56 por ciento del personal de la jurisdicción son mujeres.

Carmen Amparo Ponce Delgado, presidenta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Foto:Néstor Gómez. El Tiempo

Pero cuando se trata de cargos más altos, la brecha cambia...
Ya a nivel de altas cortes porque la participación es menor. Este tribunal el año pasado tuvo un 36 por ciento de mujeres. En este momento, en la Sección Cuarta todas las magistradas son mujeres, mandamos nosotras. Eso fue un logro de los concursos. Las mujeres no necesitamos privilegios, necesitamos oportunidades. El concurso es un mérito, es una puerta que permite acceder. Para ser buen juez no se necesita ser hombre o ser mujer, se necesita ser un buen juez.
¿Cree que debe haber una mayor inclusión por parte de las altas cortes al ternar nombres de mujeres?
Lo que pasa es que la evolución de la humanidad entera, y la conquista de los derechos, no ha sido fácil ni pacífica. No es porque quien los tiene los ceda voluntariamente, entonces, desde la vindicación de los derechos del hombre y de la mujer, la mujer tuvo que luchar con su vida, las sufragistas dieron su vida. Hoy en día, en algunos escenarios ha tocado mediante legislación porque espontáneamente no se da.
La línea que fije el Consejo Superior de la Judicatura, que hace la primera selección de candidatos para las altas corporaciones a través de la cooptación, es muy importante. En cada lista, el Consejo ha dado líneas bien interesantes. Cuando preselecciona, quiere integrar a personas afrodescendientes, o a solo mujeres. ¿Qué mensaje estaba dando con esto último? Que solo había una sección de señores.
Aspiremos a que no sean necesarias ese tipo de acciones positivas, porque las condiciones se dan. Que se escoja a un CEO por sus capacidades, independiente de si es mujer u hombre. La aspiración es a que lleguemos al día en que no celebremos el Día de la Mujer, que sea algo anecdótico. Que luego se diga que en la historia de la humanidad se celebraba el día porque había un tratamiento desigual. Que a las próximas generaciones les parezca algo extraño.
En su caso personal, ¿cómo han sido estos años de carrera?
En mi campo nunca he sentido esa diferencia, pero uno entiende que a nivel de la sociedad el asunto no es tan fácil. (Luigi) Ferrajoli habla de que todos somos diferentes como humanos, pero todos tenemos los mismos derechos. ¿A veces la mujer no es condescendiente un poco con la mujer del campo? ¿O los jóvenes no lo son con los mayores? Hay sesgos y sutilezas que no percibimos, y poco a poco se va trabajando en ese tema, son cosas de las que no se hablaba, y ahora sí. Eso es importante, para sacarlos a la luz, no para eufemismos o ser políticamente correctos; sino que es un proceso educativo interno.

Carmen Amparo Ponce Delgado, presidenta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Foto:Néstor Gómez. El Tiempo

Por otro lado, ¿cómo garantizar la independencia judicial ante tantos comentarios y presiones?
Cuando se habla de independencia se habla de que el juez debe ser libre en su criterio. Se guía por los hechos y planteamientos, y eso lo puede hacer un juez con una sociedad que crea en la justicia. Es nuestro único respaldo. Y esta cantidad de procesos que se ven significa que el ciudadano cree en la justicia.
Lógicamente, cuando se trata de decisiones frente a autoridades, hay opiniones sobre los jueces en las que se puede estar de acuerdo o no con sus decisiones. Pero cuando ya se cuestiona el desconocimiento, eso quebranta el equilibrio de poderes. Las sociedades modernas defienden el Estado de derecho porque quieren tener instituciones que les garanticen soluciones pacíficas a los conflictos.
Vuelvo al ejemplo del semáforo en rojo: cuando usted era el peatón pedía las garantías y el respeto de derechos, pero cuando está de conductor –que es el caso de la autoridad cuando tiene el poder– no puede decir que se le olvidó lo que solicitaba antes. Lo importante es que el semáforo no cambie.
Precisamente, ¿cree que quienes hoy tienen el poder, en el ramo nacional, han querido quebrantar el poder?
No hablemos de momentos o épocas, eso ha ocurrido a lo largo de los años. Hoy, las redes sociales permiten el registro histórico.
¿Qué metas tienen ahora?
La modernización, en la que venía trabajando el expresidente. Antes se trabajaba con expedientes de papel y se manejaban muchos documentos, ahora mucho se hace por (el sistema de gestión judicial) Samai.
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