El PP impone el debate de la financiación en la cita autonómica de Barcelona
“¡Ya tenemos orden del día!”, celebró en la tarde de ayer el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, sobre los asuntos que finalmente podrán debatirse en la conferencia de presidentes que se celebrará el próximo viernes en Barcelona. En lugar de seis temas, eso sí, serán en total 14 asuntos.
Y como en la cita intervendrán tanto Pedro Sánchez como los presidentes de las 19 comunidades y ciudades autónomas, la jornada, que inaugurarán los Reyes, será singularmente densa por mucho que se tasen los tiempos. Aunque los acuerdos, según se prevé, brillarán en todo caso por su ausencia.
Ante la imposibilidad de consensuar los temas con las comunidades gobernadas por el PP, que amenazaban además con boicotear el encuentro si no se aceptaban todas sus propuestas, el Ejecutivo central adoptó la decisión, también reglamentaria, de incluir en el orden del día tanto los asuntos propuestos por Sánchez como los reclamados por el PP. “Este es un órgano institucional de diálogo, cogobernanza y colaboración, no de disenso o enfrentamiento, deberíamos dejar fuera el aspecto partidario”, alegó Torres. Y con esta modificación del orden del día, recalcó que “está fuera de toda duda la voluntad de acuerdo del Gobierno”.
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Entre la catarata de temas a debatir, por tanto, se incluyen desde las políticas de vivienda –incluida la “lucha contra la inquiocupación” propuesta por el PP– y la financiación de la educación y la sanidad públicas, hasta la reforma del sistema de financiación autonómica y la reestructuración de la deuda, con la demanda de las autonomías populares de la “inmediata” actualización de las entregas a cuenta y “la retirada” del proyecto de ley del Gobierno de condonación de la deuda. También la política migratoria y de control de fronteras o el modelo energético, tras el gran apagón, entre un largo etcétera de un debate inabarcable.
En la Moncloa admiten tener “poca esperanza” de poder sellar ningún acuerdo con los líderes autonómicos del PP en la cita de Barcelona. Máxime, según resaltan, cuando “36 horas después se manifestarán contra la mafia” en Madrid. “Pero aunque no haya acuerdos, reunirse y hablarse en los foros de diálogo es importante”, alegan. Y, para tratar de neutralizar las excusas para dinamitar de antemano el encuentro, el Gobierno aceptó incluir en el orden del día todos los temas que exigió el PP. “Se van a incluir todos, hasta la última coma, en su absoluta literalidad”, aseguró la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. Aunque ya cuestionó que un orden del día tan extenso sea operativo, o una mera estrategia del PP para “entorpecer el diálogo”.
El PP, por su parte, se vanaglorió de ganar el pulso al Gobierno y “doblar el brazo” al presidente con el amago de plantón de sus barones. “Sánchez tendrá su foto, y nosotros, nuestras prioridades en el orden del día”, aseguró Génova en un comunicado después de que Miguel Tellado anunciara que los líderes autonómicos de su partido no irían a Barcelona a decir “sí, bwana”, y exigían debatir la financiación. “Para eso ya tiene una corte de palmeros en su propio partido”, exclamó el mordaz portavoz.
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El propio Alberto Núñez Feijóo elevó también la presión, antes de que el Gobierno aceptara todas las propuestas del PP, al acusar a Sánchez de actuar como si la conferencia de presidentes fuera una reunión de las “federaciones territoriales socialistas” en la que pudiera mandar callar a los asistentes.
Pero la amenaza de no acudir a la cita con el argumento, tal como lo expresó el líder popular, de que su convocatoria era “ilegal”, ya que la normativa prevé ampliar los temas de debate si así lo piden diez o más presidentes autonómicos, y el PP tiene once –además de los representantes de Ceuta y Melilla–, al final surtió efecto, y los barones populares irán primero el viernes a Barcelona y luego el domingo a Madrid para manifestarse contra del Gobierno.
“Se sentarán a la mesa de la mafia”, denunció la portavoz de Vox, Pepa Millán, ante la “incoherencia” de asistir a la cita de Barcelona y el lema –“Mafia o democracia”– de la protesta que impulsa Feijóo, del que la ultraderecha reclama una moción de censura.
El líder del PP celebró luego la “rectificación” de Sánchez: “Es el momento de hablar de las necesidades de todos y no de las de un Gobierno en apuros acostumbrado a la imposición”.
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