Sánchez, señalado por el boicot a La Vuelta

El gesto inédito de que un presidente del Gobierno anime al boicot de un evento deportivo en protesta por la actuación injustificable de Israel contra la población civil de Gaza ha creado un terremoto político con impacto más allá de las fronteras de nuestro país.

La Unión Ciclista Internacional hizo público un duro comunicado señalando directamente a Pedro Sánchez por haber alentado las protestas, que impidieron la finalización en el centro de Madrid de la última etapa de La Vuelta a España debido a la violencia empleada por los manifestantes, entre ellos algunas dirigentes de Podemos, y cuestionando la capacidad de nuestro país para organizar eventos deportivos de primer nivel.

También la primera ministra de Dinamarca, la socialdemócrata Mette Frederiksen, quien ha sido muy crítica con el líder israelí, Benjamín Netanyahu, por su brutal respuesta a los salvajes ataques de Hamas en octubre de 2023, mostró su malestar porque Sánchez aplaudiera "a los bárbaros" que impidieron el homenaje popular al ganador de la competición, el ciclista danés Jonas Vingegaard.

Más inquietantes resultan las denuncias de los sindicatos policiales sobre los fallos presuntamente intencionados en el diseño del dispositivo de seguridad por parte de la delegación del Gobierno en Madrid y el Ministerio de Interior, que a su juicio pusieron en riesgo a deportistas, ciudadanos y policías.

El propio Sánchez se afanó ayer por presentar a nuestro país como un ejemplo en todo el mundo frente a los abusos cometidos por Israel en Gaza, pero lo cierto es que el daño a la imagen y la credibilidad de España por su irresponsable actuación es evidente.