Un escándalo marca el final de la campaña electoral en Rumanía

La candidata centrista Elena Lasconi ha publicado en su perfil de Facebook unas imágenes en las que se ve a los candidatos Nicusor Dan y Victor Ponta tras una supuesta reunión con un controvertido antiguo responsable de los servicios de inteligencia rumana.
La campaña para la polémica repetición de las elecciones presidenciales de Rumanía este domingo terminó este viernes en medio de un escándalo desatado por la publicación de unas fotos que podrían comprometer a dos de los principales aspirantes con posibilidades de pasar a la segunda y decisiva vuelta.
La candidata centrista Elena Lasconi, segunda en las elecciones anuladas de noviembre pasado pero solo quinta en las actuales encuestas, publicó anoche en su perfil de Facebook unas imágenes, recibidas de un fotógrafo cuya identidad se desconoce, en las que se ve a los candidatos Nicusor Dan y Victor Ponta tras una supuesta reunión con un controvertido antiguo responsable de los servicios de inteligencia rumana.
Dan, actual alcalde de Bucarest y candidato independiente, presentó esta mañana una denuncia ante la fiscalía anticorrupción (DIICOT) y aseguró que las imágenes son "falsas y modificadas digitalmente" con el objetivo de manipular al electorado.
El edil pidió a la Comisión Electoral Central (BEC, en sus siglas en rumano) que decrete el borrado de las fotos hechas públicas por Lasconi. Sin embargo, la BEC rechazó la solicitud de Dan, alegando que no tiene cómo comprobar si las fotos son verdaderas o falsificadas.
Mientras, el exprimer ministro populista Ponta habló de una "mentira" lanzada por sus rivales y acusó al equipo del candidato oficialista Crin Antonescu de organizar una campaña en su contra.
Los dos candidatos señalados por Lasconi aseguraron que hace años que no se habían reunido con Florian Coldea, un general considerado un importante y controvertido poder a la sombra de la política rumana, acusado de corrupción y tráfico de influencias.
El favorito: un ultra pro-TrumpSegún las últimas encuestas, Ponta y Dan se disputan, junto con Antonescu, la segunda posición detrás del candidato ultranacionalista George Simion para pasar a la segunda y decisiva ronda electoral el 18 de mayo.
Rumanía celebra este domingo la primera vuelta de la repetición de las elecciones presidenciales, anuladas en diciembre pasado por una supuesta injerencia rusa a favor del ultranacionalista Calin Georgescu, inhabilitado por la Justicia para estos comicios.
Contra todo pronóstico, Georgescu ganó en noviembre la primera ronda electoral con un 23% de los votos, gracias a una campaña masiva en redes sociales, cuyo financiamiento nunca fue revelado.
Simion, admirador del presidente de EEUU, Donald Trump, y que se considera "heredero político" de la candidatura de Georgescu, lidera todas las encuestas con más del 30% de la intención de voto para este domingo, por lo que su pase a la segunda ronda parece garantizado.
Detrás del ultra se sitúan Dan, Antonescu y Ponta, con entre un 20 y 25%, según los datos de diferentes sondeos, sin aparente ventaja para ninguno de los tres.
Campaña en las redesLa campaña electoral de Rumanía está dominada por las redes sociales, como TikTok o Facebook, donde vídeos a favor y en contra de los candidatos circulan con decenas de millones de reproducciones.
Para el analista Radu Delicote, el principal beneficiado de este escándalo en la recta final de la campaña podría ser la candidatura del alcalde de Bucarest. "Según lo que vemos en redes sociales, la reacción rápida de Dan contrarrestando las alegaciones de Lasconi ha sido bien recibida por muchos electores", aseguró a Efe el experto en campañas políticas. Mientras, Ponta podría acabar siendo una "víctima colateral" de la publicación de las imágenes.
El cargo presidencial rumano no es solo protocolario sino que tiene poderes directos sobre la política exterior y de seguridad del país balcánico excomunista de 19 millones de habitantes, vecino de Ucrania y miembro de la Unión Europea (UE) y de la OTAN desde hace más de 15 años.
Por eso, la UE y los socios de Rumanía en la OTAN miran con preocupación estas elecciones, ante la posibilidad de una victoria de Simion, un populista eurocrítico y contrario a las ayudas europeas para Ucrania.
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