Ari Aster, director de 'Eddington': 'Hemos perdido la conciencia de un mundo más grande que nuestro pequeño yo'

El mal, el tema principal de Ari Aster, es ante todo un asunto familiar. Antes de su acertadamente titulada "Heredity" , una brillante versión de "El Exorcista" que lo catapultó a las grandes ligas en 2018, su cortometraje de graduación, "Lo extraño de los Johnson" , una comedia de terror que teje su inquietud en torno al incesto, sentó las bases para una obsesión. Sus personajes antihéroes, acosados por la mala suerte —desde Dani, la estudiante mártir en "Midsommar" (una formidable película de terror a puerta cerrada admirada por Martin Scorsese), hasta el protagonista de la neurótica " Beau Is Afraid "— no solo nunca se libran de sus infancias traumáticas, sino que terminan inexorablemente devorados por ellas. Incluso en carne propia, por un atavismo demoníaco. En su última película, "Eddington", Joe Cross ( Joaquin Phoenix ), bendecido con una esposa depresiva y una suegra conspiradora, no es la excepción: el torturado sheriff de un pequeño pueblo de Nuevo México al borde de la autodestrucción, carcomido por la furia de las redes sociales y la psicosis de la COVID-19.

En Cannes, donde conocimos a Ari Aster, la tentación de hacer de psiquiatra de bar con este locuaz y afable neoyorquino de treinta y tantos años es enorme, visiblemente encantado con nuestro entusiasmo por su película (sabe que «Eddington» ha dividido a la prensa), pero extremadamente evasivo a la hora de hablar de su propio nudo gordiano. Sí, admite, su gusto por las mecánicas perversas del clan y las leyes del destino también tiene sus raíces…

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