¿Deberíamos decir «kyiv» o «Kyiv»? Un conflicto ortográfico crucial

¿Cuál es la capital de Ucrania? Desde la invasión rusa, es difícil ignorar que es Kiev, que aparece en la portada de Le Monde casi a diario. ¿Es obvia la respuesta? No para el gobierno de Volodímir Zelenski, quien desea que los diplomáticos y la prensa extranjera adopten "Kiev", el nombre oficial de Ucrania desde 1995 (Kiev es la versión rusa, que se usaba cuando Ucrania era una de las repúblicas de la Unión Soviética).
Los lectores atentos habrán notado que, en los últimos años, Le Monde ha cambiado la forma de escribir los nombres de las ciudades ucranianas, abandonando la versión rusa para las ciudades de Járkov, Lviv y Luhansk, por ejemplo, que eran Járkov, Lvov y Luhansk en sus columnas hasta mediados de la década de 2010 y la anexión de Crimea.
Pero entonces, ¿por qué mantener el antiguo nombre de la capital ucraniana? Cabe destacar que hay muchas metrópolis extranjeras que el francés no designa en su versión original. Nuestro idioma habla de Londres y no de Londres, de Moscú y no de Moskva, de Aquisgrán y no de Aquisgrán, de Copenhague y no de København... y a nadie le molesta. ¿Deberíamos escribir "Londres" si Londres lo pidiera? Naturalmente, la cuestión es diferente en Ucrania, según la cual la no utilización del nuevo nombre podría interpretarse como una forma de legitimar la invasión rusa.
coherencia culturalSin embargo, tras el debate y la reflexión entre la redacción, el departamento de corrección y la dirección del periódico, esta es la elección de Le Monde . Cabe destacar que esta también es la elección del Quai d'Orsay, los diccionarios y la prensa francesa, con la excepción de Libération , que optó por Kiev. Una doble moral entre la capital y las demás ciudades del país, que sin embargo tiene explicación. Al igual que Londres o Aquisgrán, Kiev es un exónimo, una palabra que pertenecía al francés cotidiano mucho antes de la creación de la Unión Soviética y de Le Monde , un nombre que aparece en miles de artículos y obras literarias francesas.
Te queda el 31,84% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.
Le Monde