Un día, una historia. Laëtitia Viratelle, escultora de Malzéville

Sus obras de arte no solo son magníficas, extrañas, cautivadoras… Son viajes fabulosos. Cuentas, plumas, trenzas, colgantes, joyas, cintas, campanas… pero también animales disecados, huesos, máscaras… todo cobra sentido de repente una vez ensamblado por Laëtitia Viratelle . Todo empieza a contar. Y las historias son hermosas. «Solo compro cosas nuevas cuando visito otros países, para que ellos también tengan cosas que decir», explica la artista cuando nos maravillamos ante el increíble poder narrativo de sus esculturas. Hay quimeras, máscaras, osarios y mandalas: cuatro ejes de trabajo para intentar «almacenar» una gran obra. Con taxidermia en el primero, otros lugares en el segundo, huesos en el tercero, y…

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