Antes de las vacaciones, Airbnb envió un correo electrónico importante: nadie lo leyó, pero son buenas noticias.
El mensaje llegó a sus bandejas de entrada el 3 de julio. Como de costumbre, Airbnb envió un correo electrónico a muchos franceses. Si bien estas comunicaciones de la plataforma de alquiler suelen ser técnicas y no incitan a la lectura, el último correo electrónico es muy importante, tanto para los viajeros como para los anfitriones. Y vale la pena prestarle atención: para algunos, esconde buenas noticias; para otros, ¡cuidado con una sorpresa desagradable!
Hoy en día, cuando alguien anuncia una propiedad en alquiler en Airbnb, puede elegir entre cuatro políticas de cancelación: flexible, moderada, firme o estricta. Esto tiene consecuencias para los viajeros, ya que afecta al importe reembolsado en caso de cancelación: desde el 100 % hasta 0 euros, según la fecha de cancelación de la reserva.
Los inquilinos conocen estas condiciones antes de confirmar una reserva. Y cuando son demasiado estrictas, pueden desanimar a algunos, ya que el riesgo de perder dinero en caso de problema es demasiado alto. «Más del 40 % de los viajeros afirman que la cancelación gratuita es uno de los criterios más importantes al reservar una estancia», explica Airbnb.
Sobre todo, la plataforma destaca que «a nivel mundial, los anfitriones que han cambiado de una política de cancelación denominada «estricta» a una denominada «firme» obtienen, en promedio, un 10 % más de ingresos». Ante esta observación, Airbnb ha decidido cambiar las reglas del juego para ofrecer más flexibilidad a los viajeros.
En un correo electrónico enviado al inicio de las vacaciones, la plataforma explicó que, a partir del 3 de julio, las estrictas políticas de cancelación ya no se aplicarán a los nuevos anuncios. Solo los anuncios que ya estén en línea podrán conservarlas si deciden hacerlo antes del 1 de octubre. De lo contrario, también desaparecerán.
Se ha añadido mayor flexibilidad para los viajeros, incluyendo la promoción de alojamientos que permiten la cancelación gratuita de cualquier reserva con más de 48 horas de antelación, así como otras flexibilidades de reembolso más favorables para los inquilinos. Los huéspedes ahora pueden cancelar y recibir un reembolso completo si lo hacen al menos 14 días antes de su llegada.
Los ajustes a las normas de alquiler buscan ofrecer más incentivos a los viajeros. En cuanto a los anfitriones, Airbnb cree que no se verán perjudicados. «14 días les dan tiempo suficiente para recibir una nueva reserva».
L'Internaute
