Sanofi: Una inversión masiva en Estados Unidos fracasa en Francia

"La magnitud de las inversiones en Estados Unidos es sin duda una mala señal en un momento en el que creemos y estamos convencidos de que (...) Europa y Francia son los lugares para invertir", declaró el ministro de Economía, Eric Lombard, a BFM Business.
El grupo francés anunció el miércoles que prevé invertir "al menos 20.000 millones de dólares en Estados Unidos" en cinco años, destinados a "un aumento significativo del gasto en investigación y desarrollo" en el país y "en la producción estadounidense".
Sanofi es uno de los últimos gigantes farmacéuticos que quiere reforzar su presencia allí, respondiendo a la presión del presidente de Estados Unidos.
"Como Trump se agita, Sanofi publica las cifras", se quejó Fabien Mallet, CGT Sanofi Francia, entrevistado por AFP, anticipando que "la investigación se desplazará a Estados Unidos".
"Al invertir fuertemente en Estados Unidos, el grupo busca posicionarse como un actor nacional, lo que podría constituir una ventaja estratégica en las próximas negociaciones arancelarias", explicó a la AFP Adrien Chantereine, experto del sector farmacéutico en Circle Strategy.
Con sus amenazas de aranceles a las importaciones de medicamentos, el nuevo gobierno de Washington ya ha obligado a otros grandes nombres del sector a cambiar de opinión: Eli Lilly, Johnson & Johnson, Novartis y Roche han dicho que están listos para lanzar inversiones a gran escala en Estados Unidos.
"Pérdida total de soberanía"Sanofi: "20.000 millones para Estados Unidos, ¿quién puede superarlo?", ironiza el sindicato CGT del grupo en un comunicado, añadiendo que "es Francia la que lo financia y Estados Unidos el que se beneficia" y que "no se trata de un traslado, sino de una deslocalización masiva de la investigación" en Estados Unidos.
La industria farmacéutica, que hasta ahora se ha librado del proteccionismo, ha visto el cambio climático desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y sus amenazas de aranceles para acelerar la deslocalización de la producción.
El presidente estadounidense también anunció su intención de reducir los precios de los medicamentos entre un 50 y un 80 por ciento. Esta medida afectaría a los márgenes de beneficio de los industriales, pero "eso no impidió a Sanofi realizar una inversión tan masiva en tan poco tiempo" al otro lado del Atlántico, explicó Adil Bensetra, de la CFDT (Confederación Sindical Francesa).
Con su elección estratégica centrada en el mercado estadounidense, los laboratorios "ni siquiera dieron tiempo a los europeos para encontrar una solución alternativa", declaró indignado el representante sindical, temiendo "una pérdida total de nuestra soberanía sanitaria en los próximos 4 a 6 años".
En abril, aprovechando las amenazas latentes de Donald Trump, los dirigentes de una treintena de grandes farmacéuticas escribieron a la Comisión Europea para exigir un marco más atractivo para los precios de los medicamentos y la fiscalidad.
Para Sanofi, el "reequilibrio geográfico" le parece coherente a Chantereine, ya que genera la mitad de su facturación en Estados Unidos y realiza allí el 25% de su producción.
El grupo también vendió recientemente la mitad de su filial de productos OTC, entre ellos Doliprane, al fondo de inversión estadounidense CD&R.
En diez años, ha destruido miles de empleos con cuatro planes de despido. Vende Doliprane a estadounidenses, quiere vender la planta de Amilly, pero planea invertir 20 mil millones en EE. UU. ¿Qué hace el Estado? ¡Nada! "En diez años, Sanofi obtuvo más de mil millones de euros en créditos fiscales para la investigación", condenó este miércoles el ponente de la comisión de investigación del Senado sobre las ayudas públicas a las grandes empresas, el comunista Fabien Gay, recordando que "en diez años, Sanofi obtuvo más de mil millones de euros en créditos fiscales para la investigación".
Sanofi, que invierte más de 2.500 millones de euros cada año en Francia, reconoció ante este comité una reducción de alrededor de mil empleos en I+D en Francia en diez años, pero insistió en la ausencia de despidos.
Si bien no se ha anunciado ninguna reducción de las inversiones en Francia por el momento, "es plausible un cambio progresivo de las prioridades hacia las zonas más estratégicas y rentables a medio plazo", estimó Chantereine.
Var-Matin