Por primera vez a nivel mundial se realizó un trasplante de vejiga en Estados Unidos.

Un primero y un éxito. Un paciente se ha beneficiado, por primera vez en el mundo, de un trasplante de vejiga. Había perdido gran parte de su vejiga durante una cirugía de cáncer hacía cinco años. Desde entonces ya no funcionaba correctamente y el paciente dependía de diálisis. También le habían operado de los riñones a causa de otro cáncer.
Tras años de investigación y preparación, cirujanos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y la Universidad del Sur de California (USC) trasplantaron con éxito una vejiga y un riñón el 4 de mayo. "La operación fue un éxito. El paciente se encuentra bien", informaron en un comunicado. Tras la cirugía sin precedentes de ocho horas, «el riñón produjo inmediatamente un gran volumen de orina y la función renal del paciente mejoró inmediatamente. No fue necesaria diálisis después de la operación y la orina fluyó correctamente hacia la nueva vejiga», explicó el Dr. Nima Nassiri, uno de los dos cirujanos.
El éxito de esta operación particularmente compleja, hasta el punto de que nunca había sido posible realizarla, es una proeza médica y una esperanza para muchos pacientes. Esta "operación marca un hito histórico en la medicina e influirá en la forma en que tratamos a los pacientes cuya vejiga presenta muchos síntomas y ya no funciona", afirmó el Dr. Inderbir Gill, el segundo cirujano.
Hoy en día, los casos graves de disfunción vesical, como el del paciente trasplantado, son difíciles de tratar. El tratamiento implica una cirugía que utiliza "parte del intestino del paciente para crear una nueva vejiga o salida de orina", dijeron los cirujanos. Pero estas cirugías “conllevan muchos riesgos a corto y largo plazo, como infecciones recurrentes, deterioro de la función renal y problemas digestivos”, según el Dr. Gill.
El trasplante de vejiga sería pues una nueva alternativa que podría salvar la vida de estos pacientes. Pero incluso si este primer trasplante fuera un éxito, "el procedimiento implica naturalmente muchas incógnitas, como el funcionamiento inmediato y a largo plazo de la vejiga trasplantada y el grado de inmunosupresión que finalmente será necesaria", señalan los cirujanos. Un trasplante de órgano requiere un tratamiento inmunosupresor a largo plazo, que no está exento de riesgos. Los cirujanos de California planean realizar trasplantes de vejiga adicionales como parte de un ensayo clínico.
L'Internaute