¿Por qué el café nos vuelve adictos al chocolate?

Si bien los científicos no observaron alteraciones en el olfato, sí destacaron cambios en el gusto. «Cuando se les realizó la prueba a las personas después de tomar café, se mostraron más sensibles al dulzor y menos al amargor », explica el profesor Alexander Wieck.
Para descartar la posibilidad de que la cafeína del café fuera un factor, los investigadores repitieron el experimento con café descafeinado. Obtuvieron el mismo resultado. «Probablemente sean las sustancias amargas del café las que causan este efecto», afirma el autor. «Esto podría explicar nuestro deseo de acompañar el café con un trozo de chocolate. Su sabor mucho más suave reduce el amargor del café, realzando el dulzor», continúa. Estos resultados deberían, en última instancia, proporcionar una mejor comprensión del funcionamiento de nuestras papilas gustativas.
SudOuest