La planta automotriz de Stellantis en Ontario se prepara para otro cierre de una semana


Una importante planta automotriz de Ontario cerrará nuevamente durante una semana a partir del lunes porque está “ajustando” la producción para lanzar un nuevo modelo, ya que la amenaza de aranceles de Estados Unidos continúa perturbando la industria automotriz de la provincia.
La planta de ensamblaje de Stellantis en Windsor, Ontario, estará cerrada durante una semana a partir del 5 de mayo, un cierre que se produce inmediatamente después de un cierre de dos semanas en abril.
Stellantis, que emplea a miles de trabajadores de la industria automotriz en el suroeste de Ontario, confirmó el cierre en una breve declaración a Global News, sugiriendo que estaba relacionado con el lanzamiento de un nuevo vehículo.

Un portavoz dijo que estaban “ajustando la producción” en Windsor antes del lanzamiento de los modelos 2026 de varios vehículos, incluidos el Chrysler Pacifica y el Dodge Charger Daytona.
“Como resultado, la planta registrará una semana de baja producción la semana del 5 de mayo”, dijeron. “Seguiremos monitoreando la situación”.
La empresa no respondió de inmediato a preguntas de seguimiento sobre si el cierre estaba relacionado de alguna manera con las tarifas.
Global News también contactó a Unifor, que representa a los trabajadores de la planta, para solicitar comentarios.
El cierre a corto plazo genera grandes temores por la industria automotriz de Ontario, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nivela los aranceles sobre todos los automóviles fabricados en el extranjero y amenaza con aumentar y modificar los gravámenes.
Trump ha dicho repetidamente que no quiere importar vehículos fabricados en Canadá o México y que preferiría verlos ensamblados en Estados Unidos.
Esa amenaza fue un tema central en las elecciones anticipadas de febrero, cuando los Conservadores Progresistas prometieron decenas de miles de millones de dólares en fondos de estímulo para ayudar a los trabajadores y las áreas afectadas por despidos arancelarios.
Desde las elecciones, el gobierno ha anunciado 11.000 millones de dólares en aplazamientos salariales para las empresas.
Además del cierre de Stellantis, una planta de vehículos de reparto eléctricos dirigida por GM en Ingersoll, Ontario, se ha enfrentado a despidos .