Trump amenaza con aranceles a las películas, pero los expertos dicen que puede que no sea tan sencillo
La industria del cine y el streaming es la última área de atención del presidente estadounidense Donald Trump y su estrategia arancelaria, pero los expertos dicen que existen muchos desafíos para imponer aranceles a las empresas de producción.
En el período previo a las elecciones, Trump hizo campaña con el lema de revivir la producción y manufactura doméstica en Estados Unidos.
El domingo por la noche, Trump declaró en redes sociales: «La industria cinematográfica estadounidense está muriendo rápidamente. Otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a nuestros cineastas y estudios de Estados Unidos. Hollywood, y muchas otras zonas de EE. UU., están siendo devastadas. Este es un esfuerzo conjunto de otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional».
Trump habló desde el jardín de la Casa Blanca el lunes y les dijo a los periodistas: “Otras naciones le han estado robando a Estados Unidos la capacidad de hacer películas… y estamos haciendo muy pocas películas en este momento… Hollywood está siendo destruido”.
Todavía no está claro exactamente cómo serán los aranceles para la industria cinematográfica ni cuándo se implementarán.
Hasta ahora, la política arancelaria de Trump ha incluido aranceles específicos agregados a productos fabricados en el extranjero e importados a Estados Unidos, y los aranceles más significativos incluyen un 145 por ciento sobre las importaciones provenientes de China.
Pero cuando se trata de películas y contenido de video en streaming, las tarifas podrían ser más complicadas, ya que hay menos un producto tangible en el que centrarse y más un servicio con muchas capas para deconstruir.
“La industria cinematográfica no es un sector único, son diferentes aspectos de un solo sector”, dice Charlie Keil, profesor de estudios cinematográficos en la Universidad de Toronto, y agrega: “Y tampoco está claro si tiene sentido hacerlo como una franja amplia o diferenciar según el nivel de entrada que proviene de una fuente no estadounidense”.
El primer ministro Eby sobre las amenazas de aranceles de Trump a la industria cinematográfica de Columbia BritánicaAdemás, estrenar películas en los cines en medio de una política arancelaria complica las cosas para empresas como Cineplex.
“Si compras un producto tangible, como por ejemplo una prenda, si es más caro (de fabricar), esperas pagar más por él”, dice Keil.
Con las películas, no estamos acostumbrados a precios diferenciados. Los cines no cobran según el precio de la película. Así que la pregunta es: ¿cómo se trasladará esta tarifa al consumidor?
Una declaración de la Casa Blanca del lunes del portavoz Kush Desai aclaró las intenciones de la administración diciendo: "Aunque no se han tomado decisiones finales sobre los aranceles a las películas extranjeras, la Administración está explorando todas las opciones para cumplir con la directiva del presidente Trump de salvaguardar la seguridad nacional y económica de nuestro país mientras hacemos que Hollywood vuelva a ser grande".
A diferencia del sector automovilístico, la producción de una película puede llegar a varias partes del mundo, pero en última instancia beneficiar a Estados Unidos.
“El verdadero negocio de la industria cinematográfica se centra en la propiedad, el control de la propiedad intelectual, el capital y, básicamente, el retorno de la inversión. Así que, mientras los estadounidenses controlen eso, controlan lo que realmente importa. No es dónde se produce, sino controlar todos esos demás elementos”, afirma Noah Segal, copresidente de Elevation Pictures.
El miedo de Trump a los coches eléctricos chinos se debe a que China es dueña de esos coches. Bueno, en este caso, Disney es dueña de Mickey Mouse. Lo poseen sin importar dónde lo fabriquen.
La primera reunión del primer ministro Mark Carney con Donald Trump está a punto de comenzar.
