El Nápoles y Hojlund, a toda máquina: el Manchester ha dado el sí. Y la ADL aumenta su oferta al danés.

Vamos, como dicen por todas partes últimamente, pero con calma, porque el ritmo del mercado de fichajes está determinado por demasiados intereses diferentes y no siempre convergentes. Y en este maratón, que comenzó hace prácticamente una semana, inmediatamente después de la lesión de Lukaku, y que ha continuado paso a paso, precisamente para mantenerse fiel a la madre de todas las negociaciones, se necesita paciencia, nervios de acero e incluso una pizca de sana temeridad. Giovanni Manna, director deportivo del Nápoles, no lo confirma ni bajo tortura, pero sus llamadas diarias a Manchester (zona de Old Trafford) y a casa de Hojlund siguen siendo la prioridad, y ayer también intentó descargar su teléfono móvil: el optimismo reina y, en estos casos, sugieren por allí, Dios salve al Rey. Rasmus Hojlund (22 años) ha superado a cualquier otro competidor, reduciendo a Tolu Arokodare (25 en noviembre), Nicolas Jackson (24) y al más retraído Artem Dovbik (28) a la categoría de "sujetos": aún queda un camino tortuoso por recorrer, pero parece que se vislumbra una luz al final. El Manchester United ha aceptado la onerosa cesión, y el "danés" sigue anclado en sus planes. Pero el Nápoles ha seguido adelante, preparando un plan que esperan sea financieramente convincente, y con 4,5 millones de euros netos por temporada, intenta convencer al delantero para que abandone la opción de rescisión. Hay más, por supuesto, y es lo mismo que se ha comentado en los últimos días: el Nápoles le ha reiterado a Hojlund que lo considera crucial esta temporada, con tres partidos cada tres días entre la liga y la Champions League, para defender el Scudetto y ser un referente en Europa. Y un espectáculo como este, pase lo que pase, no se puede ignorar. Pero el Nápoles también cree que puede pensar en el futuro, aunque con la cautela que un club sensible a su presupuesto no puede abandonar: la opción de rescisión puede negociarse más adelante, teniendo en cuenta todo lo que suceda en los próximos nueve meses o incluso más tarde, porque un delantero tan joven, una vez integrado en la ciudad, se convierte en un activo a proteger, incluso para sí mismo.
El valor de Hojlund para el United fluctúa entre 40 y 45 millones de euros, y el Nápoles es consciente de que, en un mercado donde los precios no están nada controlados, no debería sorprenderse con semejante valoración. Sin embargo, mientras tanto, se deberían tomar otras medidas, como por ejemplo, Janlu Sánchez (22), del Sevilla, que sigue rechazando cualquier oferta de la Premier League, o Eljif Elmas (26), que espera con confianza la respuesta del Leipzig, al que le ofrecieron un millón y medio por la cesión y otros diez y medio por la rescisión (pero ahora la Roma también está al acecho). Y, sin embargo, estos se han convertido en los argumentos posteriores, porque ahora, tras haber gastado 155 millones de euros, no hace falta ser el ama de casa de Voghera para empezar a contar. Y De Laurentiis, que no se ha negado a invertir, no le gusta dar pasos que le lleven mucho más tiempo del que puede asumir. Pero apostar todo por Hojlund es una tentación, no una apuesta arriesgada.
La Gazzetta dello Sport