Nicaragua, poner un sensor al grano de café
Mientras Antonio Talavera habla de su tierra, Jinotega, en el norte de Nicaragua, casi podemos verlo trabajando entre las plantaciones. Se considera la capital del café: produce por sí sola el 65% de la cosecha nacional.
“Lo cultivamos”, dice Talavera, “junto con frijoles y verduras, para no depender solo del café. Estamos sufriendo los efectos del cambio climático”. Nicaragua es el segundo país más pobre de Latinoamérica : más del 40% de la población vive en la pobreza, y el 15% en la pobreza extrema. Casi uno de cada tres niños menores de cinco años sufre desnutrición crónica.
Talavera es uno de los fundadores de Soppexcca , una cooperativa fundada en 1997 con 68 socios, ahora integrada por 405 pequeños productores, entre ellos 136 mujeres, divididos en 16 cooperativas de base. También es protagonista del proyecto “Héroes del Clima” , impulsado por la Fundación Altromercato, que pretende transformar a productores de víctimas de la crisis climática en actores del cambio , gracias a un sistema agroforestal que combina café, biodiversidad y tecnología. “Este proyecto nace del contexto ambiental y de los efectos que, como pequeños productores, estamos sufriendo: estos van desde alteraciones en la fisiología de las plantas hasta fenómenos como la sequía o las lluvias torrenciales que causan muchos daños y afectan la producción”, explica Jubelky Chavarría Siles , estudiante de agricultura y formadora ambiental involucrada en el proyecto.
La intervención se divide en cuatro frentes: capacitación, renovación de plantaciones, georreferenciación y acceso a mercados de sostenibilidad . A lo largo de tres años, se distribuirán más de 76.000 árboles forestales y frutales para fortalecer la agroforestería y 271.250 nuevas plantas de café para renovar los campos con variedades más resistentes al cambio climático.
En la fase piloto del proyecto, ya hemos realizado la actividad de geolocalización, que consiste en medir el perímetro de cada unidad de producción de los agricultores. Posteriormente, el socio técnico Solidaridad las registrará en la plataforma Acorn, desarrollada en colaboración con Microsoft, que utiliza tecnología de teledetección para medir la absorción de dióxido de carbono lograda mediante la reforestación, afirma Chavarría Siles. Se calcula un promedio de 7 toneladas por hectárea al año , lo que equivale a un total de 2835 toneladas.
Estas cifras permiten a los productores acceder a dos nuevos mercados de sostenibilidad : el mercado voluntario de créditos de carbono y el mercado del café de cero emisiones. El 80 % del valor de los créditos se paga directamente a los agricultores, mientras que el 20 % cubre los costes de certificación y el apoyo técnico de la cooperativa. Las primeras compensaciones ya han llegado : algunos agricultores que habían iniciado inversiones forestales en años anteriores recibieron los primeros pagos en marzo. Cada crédito se vende a 40 dólares, el doble de la media de los mercados europeos, donde los valores oscilan entre 12 y 20 euros. El comprador es Microsoft, que ha firmado un acuerdo de cinco años con el compromiso de adaptarse a los precios internacionales en caso de que estos aumenten.
Según estimaciones de Solidaridad, este sistema puede aumentar los ingresos de los pequeños productores en un 20% . «El ingreso anual promedio solo del café oscila entre 35.000 y 40.000 córdobas (unos 1.000-1.100 dólares al año), dependiendo del rendimiento de la producción. Con el sistema de bonos de carbono, quienes poseen una hectárea pueden generar siete bonos de 40 dólares cada uno, lo que representa un aumento del 20% en sus ingresos», explica Talavera.
Pero la transición también involucra a las personas. El proyecto invierte en la capacitación de jóvenes, a menudo hijos de los miembros de la cooperativa. Hoy, son ellos quienes apoyan a los agricultores con herramientas digitales, actividades de rastreo, prácticas sostenibles y conocimientos ambientales. «Muchos de nosotros no hemos podido estudiar», dice Chavarría Siles, «debido a la falta de escuelas en las zonas rurales y a los conflictos armados de los años 70 y 80. Ahora somos nosotros quienes transmitimos lo que aprendemos, con métodos sencillos pero eficaces».
La importancia del proyecto se comprende al cruzar el pasado y la situación actual. Nicaragua ha atravesado una historia marcada por revoluciones y crisis: desde la dictadura de Somoza hasta la revolución sandinista, desde la guerra civil hasta el embargo estadounidense. Las protestas de 2018, que estallaron contra la reforma pensional y fueron reprimidas con extrema violencia, marcaron un punto de inflexión. Desde entonces, el poder se ha concentrado aún más en manos de la pareja presidencial Ortega-Murillo. Una reforma constitucional aprobada en 2024 ha fortalecido aún más su control sobre las instituciones. Nuevas leyes han limitado la libertad de expresión, incluso para los nicaragüenses que viven en el extranjero , lo que dificulta cualquier forma de crítica pública. En este clima, muchos grupos de la sociedad civil evitan la exposición directa y prefieren dejar que los resultados hablen por sí solos. Es también por esto que iniciativas como "Héroes del Clima" adquieren un valor más amplio.
“ La atmósfera es un bien común, debemos protegerla ”, concluye Talavera. “Debemos aspirar a redistribuir la riqueza generada en el Norte del mundo para apoyar los movimientos del Sur y proteger los ecosistemas, que son los pulmones de nuestra atmósfera, de los que todos nos beneficiamos. Es hora de una justicia ambiental, económica y social”.
Crédito de la foto: Beatriz De Blasi.
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