Stellantis: ingresos en baja y beneficios un 70% menos

2024 fue un año difícil para Stellantis. Como dice el presidente John Elkann, "no ha sido un año del que podamos estar orgullosos". La facturación neta ascendió a 156.900 millones de euros, un 17% menos que en 2023, con unas entregas un 12% inferiores a nivel mundial. El beneficio neto se desplomó y cayó un 70% hasta 5.500 millones de euros, pero aún así permitirá distribuir un dividendo a los accionistas de 0,68 euros por acción ordinaria (1,55 euros el año pasado). Dentro del grupo, Maserati, la única marca de lujo de Stellantis, sufre especialmente, registrando una caída del 55,5% de su facturación, hasta 1.040 millones de euros, desde los 2.335 millones de 2023, con 11.300 coches entregados en todo el mundo, un 57,5% menos que el año anterior. Las acciones también cayeron con fuerza y ​​cerraron la jornada con una caída del 4% en la Bolsa de Milán. Stellantis, sin embargo, mira hacia el futuro con confianza: "tiene la firme intención de ganar cuota de mercado y mejorar los resultados financieros durante 2025", comenta Elkann.

“Nuestras prioridades –explica- son el crecimiento, la ejecución y la rentabilidad, queremos que los beneficios crezcan y luego también se conviertan en caja. En los últimos 90 días nos hemos centrado en el lanzamiento de nuevos productos, por ejemplo el Grande Panda en Europa, y nos hemos centrado en recuperar la confianza de los accionistas y de los clientes. También hemos trabajado con sindicatos y representantes del gobierno porque para crecer tenemos que trabajar juntos”. La compañía estima un crecimiento positivo de los ingresos netos, un margen operativo positivo de un dígito y un flujo de caja industrial positivo. Se prevé la llegada de diez modelos a lo largo del año. Elkann, que asumió las riendas del comité ejecutivo provisional tras la marcha de Carlos Tavares, confirma que el nuevo consejero delegado del grupo llegará a mediados de año. "Tenemos excelentes candidatos, tanto internos como externos, y las conversaciones en curso son alentadoras sobre la perspectiva de encontrar un CEO adecuado. Buscamos un líder que entienda las finanzas y la tecnología y que sepa trabajar de forma unida con los accionistas y las partes interesadas", explica el presidente de Stellantis, que recuerda la contribución de Tavares al crecimiento del grupo.

Elkann también habla de la normativa de la UE sobre los coches que define como "dura y contradictoria": "Estamos hablando para evaluar qué pasará antes y después de 2035", afirma el presidente de Stellantis que no se compromete sobre las consecuencias de los posibles aranceles estadounidenses ya que no hay certezas, pero asegura que la empresa está preparada. "En las primeras 100 horas de la nueva administración anunciamos importantes inversiones en Estados Unidos", recuerda. Las cuentas de Stellantis son preocupantes. "Los datos son dramáticos. Es un suicidio impuesto por Bruselas en nombre del coche eléctrico", comentó el viceprimer ministro y ministro de Transportes, Matteo Salvini. Los sindicatos vuelven a insistir en la necesidad de reunirse con la primera ministra Giorgia Meloni. "Stellantis paga dividendos", observa Michele De Palma, secretario general de la Fiom, "mientras que los trabajadores italianos están en situación de despido desde hace más de diez años porque no hay inversiones en investigación, desarrollo y producción. Las decisiones tomadas a lo largo de los años por el director general Tavares y compartidas por los propietarios de Stellantis han sido un fracaso y nosotros, como trabajadores y como país, estamos pagando el precio". El número uno de la FIM, Ferdinando Uliano, reitera "la oposición al cierre de fábricas o a supresiones unilaterales de puestos de trabajo. Creemos que es necesario invertir más -subraya- para relanzar las fábricas, los nuevos modelos y con ellos los puestos de trabajo". Rocco Palombella, secretario general de la Uilm, pide a Stellantis "lanzar lo antes posible una gama competitiva de coches que no sean sólo eléctricos sino también híbridos".