Vacaciones en Roma. Un debut digno del Oscar.

Amalia
Abeja
Al pensar en el verano en la ciudad y querer ser un poco romántico, inmediatamente me viene a la mente William Wyler y su obra "Vacaciones en Roma" (1953). Hasta entonces, Audrey Hepburn había aparecido en papeles pequeños. Empezó a darse a conocer entre el público estadounidense porque Colette la quería para su obra, "Gigi". Lo cierto es que "La Princesa Ana" marcó su debut como protagonista. Junto a ella estaba Gregory Peck, un periodista estadounidense que trabajaba para una agencia de prensa en Roma. Fue él quien se fijó en el talento de una de las mayores divas de la historia del cine e insistió en que su nombre apareciera tan prominente como el del protagonista masculino en los créditos iniciales y finales. La película fue un éxito rotundo. Audrey, si cabe, llegó aún más alto: ganó un Óscar a la Mejor Actriz (y era solo su debut). También hay que reconocer el mérito de dos guionistas italianos, Suso Cecchi d'Amico y Ennio Flaiano, a quienes Wyler destaca, molesto con que los estadounidenses no entendieran a Roma ni a los italianos.
İl Resto Del Carlino