Estrecho de Ormuz: La amenaza de cierre de Irán agita el comercio mundial de petróleo y gas.

La guerra y el mercado
El punto más estrecho entre Irán y la Península Arábiga tiene unos treinta kilómetros. Por él pasa una quinta parte del comercio mundial de petróleo y el 10% del gas.

Petróleo y gas, inflación y tensión militar. Otro ámbito delicado, susceptible a la nueva fase de la guerra en Oriente Medio tras los ataques de Israel y Estados Unidos contra Irán y las respuestas de Teherán, está directamente relacionado con el resto del mundo en materia de comercio, energía y tráfico. El Estrecho de Ormuz , del que Irán controla una orilla, un tramo del Mar Arábigo, y que ha amenazado con cerrar con consecuencias impredecibles incluso para el propio Irán. Bab as-salam , la «puerta de la paz», en árabe.
El estrecho separa el Mar Arábigo entre el Golfo de Omán y el Golfo Pérsico . Su punto más angosto, entre Irán y la Península Arábiga, tiene unos treinta kilómetros de longitud. Es un punto estratégico para controlar el tráfico y las rutas hacia el océano. Y cuando hablamos de tráfico, en esa parte del mundo, nos referimos principalmente al petróleo . El de Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, los llamados países del Golfo. El de Arabia Saudita y el del propio Irán. Y el gas.
Aproximadamente una quinta parte de la producción mundial de petróleo y cerca del 10% del gas natural pasan por el Estrecho de Ormuz. Buques, petroleros y metaneros, transitan por aguas nacionales tanto omaníes como iraníes. El domingo, el parlamento iraní aprobó una moción solicitando al Consejo de Seguridad Nacional el cierre del Estrecho. Cerrar el Estrecho implica atacar a los buques considerados enemigos que pasan por él.
Ya ha ocurrido antes: por ejemplo, en la década de 1980, durante la guerra contra Irak . En el verano de 2019, Irán confiscó el petrolero británico Stena Impero durante más de dos meses. Al año siguiente, un misil de la marina impactó en un buque iraní durante un ejercicio de entrenamiento, matando a 19 personas. Desde que asumió el poder a finales de la década de 1970, la República Islámica ha amenazado con cerrar el paso al menos veinte veces.
La predicción más realista e inmediata es que el precio del petróleo aumentará pronto. Teherán podría ver su posición negociadora en las negociaciones nucleares mejorar ligeramente tras los duros ataques sufridos en los últimos días. Sin embargo, es seguro que su propio petróleo, comprado en grandes cantidades a China, pasa por el Estrecho. Hoy mismo, al reabrir los mercados asiáticos, el petróleo había subido un 15%.
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