Encanto, aventura y colores otoñales en Tallin

Los bosques se tiñen de rojo, dorado y ámbar, los parques urbanos se llenan de hojas danzantes y el aire fresco invita a relajarse, respirar y reconectar con la naturaleza. Cuando el verano da paso al otoño, Estonia se transforma en un caleidoscopio de colores y aromas otoñales, ofreciendo a sus visitantes experiencias auténticas. Más del 50% de su territorio está cubierto de bosques. En Tallin, la capital, parques como Kadriorg y Kalamaja ofrecen vistas pintorescas, perfectas para paseos revitalizantes. Un tercio de la ciudad está formada por espacios verdes, lo que la convierte en el lugar ideal para un fin de semana relajante.