Calidad & calor

Si ustedes pudieron presenciar el duelo entre los Pirates y los Cerveceros de este miércoles 25 de junio, seguro lo notaron… Estamos ante otro beisbol, otra generación en el pitcheo, con un talento desmedido en varios casos a notar.

En el papel, la visita de los corsarios con una feíta marca de 32-50 no pintaba para mucho, eso sí, para los burbujientos locales la persecución sobre los líderes divisionales Cachorros (a distancia más menos de una serie) hace cada juego más importante desde el mismísimo de julio.

Pero, bueno, dicen que es “el nombre del juego”, otros le dicen “Su Majestad”, lo cierto es, como vemos a dos chavales con una suma de todo cuanto hemos descrito como para una calidad TREMENDA, un aporte de eso para SÍ verse en un juego de pelota. Por los visitantes, el portento de PaulSkenes dejaría su marca en un 4-7, la cual podemos ver como casi injusta (aunque se fijen en el WHIP y otras petulancias) si tomamos en cuenta su excelente 2.12 de limpias admitidas; por el lado local, Jacob Misiorowski con una cosa brutal de repertorio, dominio y hasta frialdad —al hacer apenas un gesto por ahí del 5º episodio— con un trabajo prácticamente intocable para dejar su marca perfecta de 3-0 y un casi quirúrgico 1.13 de PCLA.

Lo mejor de todo es cómo ningún pitcher es intocable y el juego terminó cuatro carreras a dos, eso sí, con tan sólo DIEZ hits entre ambas ofensivas, donde debemos insistir como Brewers, están jugando a diario a favor de avanzar en el standing.

La gran pregunta que queda en el ambiente es: ¿éste es el futuro anhelado para un beisbol rápido, sin tantas carreras y demasiada precisión?

Debemos tomar en cuenta cómo el cronómetro ha sido un factor de trascendencia, cuando, al mismo tiempo, debes cuidar tu valiosísimo (y muy oneroso) recurso del PITCHEO, al no acelerarlo tanto entre lanzamientos.

Conclusión: si ésta es una nueva era de una pelota rápida y vibrante en emociones diarias, BIENVENIDA SEA.

Aquí entra, casi como en drama teatral, la naturaleza a poner su, en ocasiones, un poco inoportuno protagonismo: ya comenzó y se viene vaya onda de calor en buena parte de Estados Unidos en este verano; está la cosa como para que se estén tomando medidas en el caso, sapientes de cómo se tienen ciudades de un contraste fuerte en los climas del mismo calendario.

Recordaremos cómo al inicio de las temporadas se tienen fotografías de juegos con aguanieve, nieve leve o lluvias congeladas, esto también es para darnos idea de lo tremendamente extenso que es un calendario regular de 162 juegos.

Ahora, con el tema de las costuras en la pelota, ya se imaginarán la que pasan los coaches ajustando a sus lanzadores entre frío, humedad, calor, calor reseco… ¡un arte!