¿Tienes reflujo y tomas bebidas calientes? Estos son los factores que podrían disparar este cáncer

Durante años, el cáncer de esófago ha sido una enfermedad silenciosa. No es de los más frecuentes, pero sí está entre los más mortales. Esta semana, su nombre volvió a los titulares tras el fallecimiento del expresidente uruguayo Pepe Mujica, lo que abrió una conversación que normalmente no ocurre: ¿qué tan cerca estamos realmente de esta enfermedad?
¿Qué es el cáncer de esófago y a quién afecta?“La mayoría de las personas con cáncer de esófago son diagnosticadas cuando ya no pueden ni tragar saliva”, afirma el Dr. Alan Burguete, oncólogo gastrointestinal del Instituto de Oncología de TecSalud. “Para entonces, el esófago está tan obstruido por el tumor que comer ya no es posible. Llegan perdiendo peso y con desnutrición. Y ahí es cuando los vemos”.
Aunque se hable de "cáncer de esófago" como si fuera una sola cosa, en realidad se trata de dos enfermedades. El primero es el carcinoma escamoso, vinculado al tabaquismo, alcohol y factores socioeconómicos bajos.
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El segundo, y el que más ha crecido en Occidente, es el adenocarcinoma, causado por el reflujo ácido crónico, especialmente en personas con obesidad o mala alimentación.
Y aquí viene un dato que debería encender alertas: este tipo de cáncer está creciendo en personas jóvenes, y muchos ni siquiera lo saben.
¿Un síntoma tan común como ignorado?“Antes lo veíamos en hombres mayores de 65 años. Hoy vemos pacientes de 40 o menos”, advierte Burguete.
El cáncer de esófago puede comenzar con una simple molestia: una sensación de que “la comida se atora”. Lo que médicamente se llama disfagia progresiva. Al principio cuesta tragar sólidos.
Después, incluso los líquidos. Pero muchas personas lo normalizan. “Pasan meses pensando que es gastritis o estrés”, explica el especialista. Y ese retraso puede marcar la diferencia entre una etapa curable… y una lucha cuesta arriba.
También hay otra pista que solemos ignorar: el reflujo ácido. “Si tienes reflujo constante por más de ocho semanas y no mejora con tratamiento, deberías hacerte una endoscopía”, recomienda el doctor.
Esa inflamación crónica puede evolucionar a una condición llamada esófago de Barrett, una etapa precursora al cáncer.
Bebidas muy calientes y otros riesgos invisiblesAdemás del alcohol, el cigarro y la obesidad, hay otro factor poco discutido: las bebidas excesivamente calientes.
“En países de Asia, donde se consumen infusiones o sopas por encima de los 65°C de forma habitual, hay más incidencia de carcinoma escamoso del esófago”, explica Burguete.
El calor constante daña el revestimiento interno del esófago, y el cuerpo, al intentar repararse, puede provocar mutaciones celulares.
¿Se puede prevenir el cáncer de esófago?No hay un programa de detección temprana en México —ni en la mayoría de países— porque su incidencia sigue siendo relativamente baja.
“Pero eso no significa que no se pueda hacer nada”, afirma el especialista. La clave está en atender el reflujo crónico, bajar de peso, dejar el tabaco y moderar el alcohol.
Además, ante cualquier señal de disfagia, acudir al médico sin esperar. “No es normal que la comida se atore. No es normal que necesites líquidos para tragar algo sólido todos los días. Eso es un signo de alarma”, dice Burguete.
¿Y si ya se detectó?Si bien el cáncer de esófago suele detectarse tarde, el tratamiento ha avanzado. “Hoy en día usamos una estrategia multimodal: quimioterapia, radioterapia, cirugía e incluso inmunoterapia”, detalla el oncólogo. “Si se detecta en etapas tempranas, incluso puede tratarse con endoscopia”.
El problema es que pocos llegan a tiempo. En México, el cáncer de esófago ocupa el lugar 23 en incidencia, pero el 18 en mortalidad. Es decir, cuando se presenta, suele ser mortal.
La esperanza, sin embargo, está en el diagnóstico temprano. Si se detecta en etapa 1, la supervivencia a 5 años puede ser de hasta el 80%. En etapas avanzadas, como la 3, baja al 25%.
Lo que todos deberían saber del cáncer de esófagoNo todo reflujo lleva al cáncer, y no todo malestar al tragar es una sentencia. Pero hay señales que no deben ignorarse:
- Reflujo constante sin mejora por más de 8 semanas
- Dificultad para tragar sólidos que va empeorando
- Pérdida de peso sin explicación
- Dolor al tragar o sensación de ardor en el pecho
“La gente joven también puede enfermar. Hay que dejar de pensar que el cáncer es cosa de viejos”, dice Burguete.
La clave, como en casi todos los cánceres, es escuchar al cuerpo, no normalizar el malestar y buscar ayuda médica a tiempo.
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