Meta despide más empleados y apuesta todo por la inteligencia artificial

Mark Zuckerberg no exageraba cuando habló de una reestructuración “histórica” dentro de Meta Platforms. El creador de Facebook ha confirmado una nueva ronda de despidos, esta vez dirigida al equipo de control de riesgos y seguridad, uno de los más sensibles dentro de la compañía. La decisión, asegura, forma parte del “siguiente paso natural” hacia una empresa más automatizada, donde la inteligencia artificial (IA) reemplazará progresivamente funciones humanas.
En el comunicado interno enviado a los empleados, Zuckerberg justificó el cambio afirmando que “los equipos podrán concentrarse en el trabajo más desafiante y de mayor impacto”. Detrás de esa frase corporativa, sin embargo, se esconde una realidad más fría: Meta reduce su fuerza laboral para depender casi totalmente de algoritmos, incluso en áreas críticas donde la supervisión humana es esencial.
El movimiento no es nuevo. En los últimos dos años, Meta ha despedido a más de 20 mil empleados, principalmente en divisiones de moderación de contenido, seguridad y desarrollo operativo. A cambio, ha reforzado su división de superinteligencia, el grupo encargado de desarrollar modelos avanzados de IA generativa y sistemas autónomos de decisión.
En esta ocasión, la división de control de riesgos es la más afectada. Aunque la empresa no ha revelado el número exacto de despidos, fuentes internas señalan que el recorte podría superar el millar de empleados. Los puestos eliminados serán sustituidos por sistemas automatizados capaces de analizar reportes, priorizar incidentes y hasta realizar entrevistas laborales, funciones que hasta ahora requerían juicio humano.
“La IA se encargará de gestionar prioridades, resolver problemas y dirigir equipos operativos”, explicó un portavoz de Meta.
Zuckerberg asegura que la estrategia permitirá a la compañía mantener solo el talento más innovador y liberar recursos para proyectos de “mayor impacto”.
El riesgo regulatorio es el principal desafío. En un contexto donde la Unión Europea y la Comisión Federal de Comercio (FTC) endurecen las normas sobre protección de datos, la falta de personal humano en tareas de supervisión y ética tecnológica podría volverse un problema grave.
Analistas del sector advierten que Meta podría enfrentar sanciones si los sistemas automatizados fallan en detectar vulnerabilidades o violaciones de privacidad.
“Es una jugada audaz, pero peligrosa. Si algo sale mal, no habrá suficientes responsables humanos para responder”, apuntó la experta en tecnología Sara Langford, de TechPolicy Watch.
La apuesta por la automatización podría ser rentable en el corto plazo, pero su efectividad se pondrá a prueba en 2026, cuando entren en vigor las nuevas auditorías tecnológicas de la UE. En ese escenario, cada fallo de la IA podría convertirse en una crisis legal y reputacional para Meta.
Desde 2023, el fundador de Facebook ha insistido en transformar a Meta en “la empresa más eficiente del mundo”. Bajo esa lógica, ha defendido que los sistemas inteligentes son más confiables, rápidos y baratos que los empleados humanos.
Pero para muchos dentro de la compañía, la transición genera incertidumbre.
“No sabemos quién revisa ahora las decisiones de seguridad. Todo pasa por un modelo automatizado”, reveló un ex empleado de la división de riesgos.
El mensaje de Zuckerberg es claro: la inteligencia artificial ya no es una herramienta, es la columna vertebral de Meta. Sin embargo, el dilema ético y técnico de reemplazar a las personas por algoritmos está lejos de resolverse.
La Verdad Yucatán




