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China lucha por una mayor demanda de consumo

China lucha por una mayor demanda de consumo

SHANGHÁI – Existen indicios de que la economía china ha venido mejorando gracias al paquete de estímulo del gobierno de septiembre de 2024. El crecimiento interanual del PIB en el primer trimestre de este año alcanzó el 5.4%, continuando la marcada aceleración del tercer trimestre del año pasado.

De hecho, el cambio en la dirección de la política se ha hecho evidente desde finales de 2022, cuando los responsables de las políticas chinas reconocieron que la caída de la demanda se estaba convirtiendo en un verdadero problema. La causa más importante fue el mercado inmobiliario, donde el colapso de la burbuja de precios afectó seriamente los ingresos de los gobiernos locales, recortando los ingresos inmobiliarios y empresariales de los residentes (una parte importante de la renta disponible) y llevando el gasto de los consumidores por debajo de la tendencia.

Para aliviar la presión sobre los gobiernos locales, el gobierno central les permitió ampliar su financiación mediante la emisión de deuda por valor de 1.4 billones de dólares de bonos a largo plazo (más de cinco años) para reemplazar su deuda a corto plazo. Los ingresos de las emisiones de bonos a largo plazo también se utilizaron para apuntalar los balances de los bancos comerciales estatales y mejorar su capacidad de generar crédito.

Mientras tanto, el banco central ha mantenido un crecimiento más rápido del crédito, pero se muestra cauto a la hora de bajar las tasas de interés oficiales. Con las tasas de interés reales de China por encima del 4%, es inevitable un recorte significativo de las tasas, dada la preocupación por la volatilidad del tipo de cambio y la situación financiera de los bancos comerciales.

Las autoridades chinas entendieron que la estabilización del mercado inmobiliario y bursátil podría mitigar la desaceleración del gasto de los consumidores. En consecuencia, la estrategia de estabilización les exige a los gobiernos locales que utilicen una parte de la financiación especial de la deuda que reciben para comprar edificios residenciales no vendidos en el mercado, y utilizar esas unidades como viviendas garantizadas para los residentes locales. También les exige a las instituciones financieras no bancarias de propiedad estatal que recompren y conserven más acciones. En otro país, estas medidas parecerían inverosímiles. Pero el sistema financiero estatal chino las hace viables.

Asimismo, existe un amplio apoyo social a la ampliación de las ayudas públicas a la renta de los hogares. Durante la Asamblea Popular Nacional celebrada a principios de marzo, el aumento de los ingresos y la ampliación de la protección de los ancianos y los niños fueron temas muy debatidos. Si bien el gobierno aumentó el desembolso mínimo de las pensiones básicas urbanas y rurales otro 10% este año, la mayoría de los economistas sugirieron que el nivel debería ser mucho más alto. Después de todo, los desembolsos actuales son de apenas 200 yuanes (27 dólares) al mes en la mayoría de las ciudades pequeñas y medianas y en las zonas rurales.

Los reclamos de aumento de las pensiones reflejan las grandes diferencias entre regiones. La pensión básica en Beijing y Shanghái es casi 5 a 7 veces superior al promedio nacional debido, principalmente, a las grandes diferencias en la capacidad local de subvención y al costo de vida. En consecuencia, para ampliar el nivel general del gasto de consumo, es crucial reducir las diferencias regionales en el nivel de protección de la sanidad y las pensiones.

El gasto en consumo de los hogares chinos está muy correlacionado positivamente con el tamaño de la familia y el número de hijos. Pero además del envejecimiento, China también lidia con una tasa baja de fertilidad. Si bien el gobierno ha levantado las restricciones a la fertilidad, permitiéndoles a las familias tener tres hijos, la tasa se mantiene en torno a uno. En las encuestas, los chinos más jóvenes señalan el alto costo de criar hijos como la razón principal por la que no tienen intención de tener más.

Por ello, el gobierno central ha prometido formular una política nacional para subsidiar la natalidad y la crianza de los hijos en el plazo de un año, y muchas ciudades ya están implementando políticas locales para subsidiar o recompensar la natalidad. Por ejemplo, una ciudad de Mongolia Interior ofreció recientemente un subsidio de 50,000 yuanes por un segundo hijo, y de 100,000 yuanes por un tercero.

Han pasado casi 70 años desde que China implementó su sistema de registro de hogares hukou, que limita las opciones de migración interna de los residentes rurales. Sin embargo, con la llegada de millones de trabajadores migrantes a las grandes ciudades, facilitar su integración se ha convertido en un imperativo. China tiene que garantizar que todos los residentes gocen de igualdad de acceso a los puestos de trabajo y a las prestaciones públicas, incluidas las guarderías y la escolarización, el empleo, la asistencia sanitaria y las pensiones.

Esta urbanización aumentará enormemente la escala de la demanda de consumo. Si más familias reciben mayores transferencias del gobierno -ya sea en forma de pensiones o de incentivos y subsidios a la fertilidad-, eso impulsaría el consumo de los hogares de servicios como el cuidado de niños, la educación y la capacitación, la atención sanitaria y el cuidado de ancianos. Estas son precisamente las partes de la demanda de consumo de China que siguen sin explotarse.

Los recientes avances de DeepSeek han abierto los ojos del mundo a los progresos de China en IA y alta tecnología. Es evidente que el país tiene potencial para avanzar en tecnologías de vanguardia, gracias a su enorme y diversa economía nacional, a su gran reserva de talento y a sus cadenas de suministro bien desarrolladas. Los continuos avances tecnológicos le permitirán producir bienes de mayor valor agregado, con todos los beneficios que esto implica para los ingresos, la productividad y la demanda interna de servicios.

Pero los programas gubernamentales tendrán que adaptarse a esta nueva fase de desarrollo. Dado que el gasto en construcción a gran escala ha tocado techo, ahora las políticas deben contribuir a garantizar que el trabajo reciba un mayor porcentaje de la renta nacional. Esto significa destinar más recursos fiscales al apoyo a la renta de los hogares y a proporcionar una protección social mejor y más equitativa. El aumento de los ingresos familiares y la reducción de las tasas de ahorro son fundamentales para liberar el poder adquisitivo de los 1,400 millones de chinos.

El autor

Zhang Jun, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Fudan, es director del Centro Chino de Estudios Económicos, un grupo de expertos con sede en Shanghái.

Copyright: Project Syndicate, 1995 - 2025 

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