Intenta asesinar a su mujer a martillazos mientras duerme en Mallorca y se enfrenta a 14 años de cárcel por ello

Un hombre de 51 años se enfrenta a 14 años de cárcel por intentar asesinar a su mujer propinándole martillazos en la cabeza después de esperar a que ella se durmiera. Así se desprende de la información publicada por Última Hora.
Los hechos ocurrieron el 29 de enero del 2024 en un domicilio situado en la calle Bernat Amer de Palma de Mallorca. La hija de esta pareja no se encontraba en casa, ya que se había marchado a vivir temporalmente con otros familiares, y la mujer ocupaba en ese momento la habitación de su hija.
Lesiones graves La víctima tuvo que ingresar en el hospital, donde se sometió a varias operacionesSegún el relato de la acusación, esa noche la mujer se acostó y el hombre golpeó a su pareja en la cabeza con un martillo de hierro en al menos cinco ocasiones. Lo hizo tras haberse asegurado que ella dormía, por lo que, cuando le propinó los golpes, la víctima se despertó sin poder defenderse y empezó a gritar.
Tras el ataque, el acusado llamó a los equipos de emergencias para que atendieran a la mujer, que fue trasladada al hospital, donde estuvo ingresada hasta el 9 de febrero de 2024. Tal y como asegura el citado medio, la mujer presentaba lesiones graves: hundimiento de cráneo, fracturas en las manos y la nariz, entre otras lesiones. Por ello, tuvo que ser sometida a varias operaciones.
Lee tambiénPor estos hechos, la Fiscalía pide ahora una condena de 14 años de cárcel para este hombre, que está acusado de un delito de intento de asesinato. Además, también se pide una indemnización de 77.694 euros para la víctima debido a las lesiones, secuelas y el daño físico y moral ocasionado.
Según ha informado Última Hora, en mayo de 2023, la mujer comunicó al acusado que quería terminar con la relación. A pesar de la ruptura, ambos siguieron conviviendo en la misma casa. Sin embargo, fue a partir de entonces que el hombre, que no aceptaba la voluntad de su pareja, empezó a controlar dónde salía, con quién quedaba y con quién hablaba por teléfono. El objetivo habría sido tratar de averiguar si ella tenía una nueva relación.
lavanguardia