¿Qué pasa si tomo agua de jengibre diariamente?

Miles de personas optan por agregar el agua de jengibre a sus dietas cada día, esto debido a que el jengibre es un tubérculo que tiene varios beneficios para la salud, además que se puede emplear fácilmente en varias comidas.

Una de las diversas cualidades que destacan de este alimento, es que es un antioxidante, lo que ayuda a combatir el envejecimiento de las células previniendo enfermedades. También es un antiinflamatorio, así que puede ayudarnos a aliviar distintos síntomas de inflamación en el cuerpo.

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El jengibre suele ser recomendado a personas con problemas intestinales y que buscan combatir las náuseas y el vómito. Es por eso que se ha ganado el reconocimiento de ser un buen compañero para mujeres embarazadas, ayudándolas a combatir las náuseas matutinas. Añadido a esto, se ha demostrado que reduce los síntomas de gripe, mejora la circulación, puede disminuir el riesgo de diabetes y combate a la obesidad.

¿Cómo debemos de tomar el agua de jengibre?

Esta infusión podemos consumirla a temperatura fría o caliente y a cualquier hora del día, antes de ir al trabajo, después de practicar algún deporte o antes de dormir. Por ejemplo, podemos beberla antes de alguna comida, ya que esta tiene la habilidad de saciar el apetito, haciendo que disminuyamos las cantidades de comida que ingerimos y ayudándonos a perder peso.

Al añadir el agua de jengibre a nuestra rutina o dieta, obtendremos consecuencias como ayudar a nuestro cuerpo a tener la hidratación necesaria para nuestro día, si despiertas con algún malestar de gripe o náuseas, nos ayudará a aliviar lo síntomas y sus propiedades antioxidantes nos ayudarán a empezar el día con energía.

¿Cómo debemos preparar el agua de jengibre?

El agua de jengibre está hecha a base de una receta fácil de realizar y con ingredientes que es usual encontrarlos en nuestra casa, los cuales son:

1 litro de agua.
2 cucharadas soperas de jengibre fresco y rallado.
1 palito de canela. (opcional)
5g de miel. (opcional)
2 rodajas de limón o dos cucharadas de jugo de limón. (opcional)
Menta fresca. (opcional)

Debemos de comenzar calentando el agua y cuando esté hirviendo, añadiremos el jengibre y lo retiramos del fuego, después añadiremos el limón, menta o canela, dependiendo del sabor que deseemos obtener, dejaremos la mezcla reposando durante 10 minutos y añadiremos la miel para endulzar. Como último paso, colaremos el resultado y lo verteremos en un frasco, al cual le pondremos tapa para poder refrigerarlo y que no absorba olores no deseados.

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Otras formas de consumir el jengibre puede ser añadiéndolo a nuestros licuados, ensaladas, guisos y postres, ayudando a dispersar un poco el sabor de este, para todas aquellas personas que no les agrade el sabor de este tubérculo, pero quieran ser parte de sus beneficios.