Av. José Manuel de Mello. Donde CUF cierra el 24 de julio, nace un homenaje de la ciudad.

Y así nació una nueva avenida en Lisboa, la Av. José Manuel de Mello. «Una de las figuras más influyentes de la historia empresarial portuguesa, dejó un legado perdurable que marcó profundamente el desarrollo económico y social del país, y cuyo recuerdo, tras su fallecimiento en 2009, sigue vivo en las instituciones que fundó y en los valores que transmitió. Su trayectoria es un ejemplo brillante de cómo la perseverancia, la lucidez estratégica y el sentido de misión pueden transformar la adversidad en inspiración para las generaciones futuras».
La descripción elogiosa se incluye en el documento del CML, al que SAPO tuvo acceso, y que formaliza el homenaje de la ciudad de Lisboa a José Manuel de Mello (1927-2009), fundador del grupo José de Mello, dando su nombre a la sección de 24 de Julho donde se fundó el Hospital CUF Tejo.
La propuesta, ya aprobada por la Comisión Municipal de Toponimia de la ciudad, se publicó en una consulta pública emitida por el Ayuntamiento de Lisboa el 22 de mayo y declaró la intención de "dar el nombre de José Manuel de Mello al tramo de la Avenida 24 de Julho, entre la Rua de Cascas y la Rua João de Oliveira Miguéns (al oeste) y el comienzo de la Avenida da Índia (al este)". Ayer, la aprobación de la propuesta de la oficina de Diogo Moura fue garantizada por la coalición Novos Tempos (AD) y el PS, y también recibió el visto bueno de la Junta Parroquial de Estrela. El PCP, BE, Livre y CPL votaron en contra.
En la propuesta de creación de la Av. José Manuel de Mello, a la que SAPO tuvo acceso, recordamos la singular trayectoria del empresario como profesional visionario, cuyo impulso más expresivo se ve en el grupo sanitario CUF o en la innovación que Brisa representó desde sus orígenes, y como persona, siendo descrito como el nieto que más se parecía al gran industrial portugués Alfredo da Silva, el inconformista que siempre buscó romper con las imposiciones para traer más riqueza y desarrollo al país.
A nivel personal, José Manuel de Mello destacó por su carácter reservado y su dedicación a la cultura y la filantropía, una dimensión humanista expresada en la Fundación Amélia de Mello, creada en honor a su madre y a través de la cual la familia Mello continúa apoyando causas vinculadas a la educación, la cultura, la salud, el emprendimiento, la industria y la innovación social, dando continuidad a un legado sustentado en una visión que siempre ha buscado combinar el éxito empresarial con un impacto positivo y duradero en la sociedad.
Condecorado póstumamente (además de las diversas distinciones oficiales que recibió en vida) por Marcelo Rebelo de Sousa con la Gran Cruz de la Orden del Mérito, por su legado como "ejecutor de obras sociales concretas para personas concretas", José de Mello siempre fue un hombre adelantado a su tiempo. Como recuerdan los sentidos testimonios publicados al momento de su muerte, el empresario fue una de las voces que impulsaron la transición del régimen, antes de la revolución. "Fue evidente cuando votó en contra de la reelección de Américo Tomás en 1972, buscando apoyar una candidatura alternativa", recordó João Salgueiro a Público en aquel momento, aunque fue en este período posrevolucionario que vivió uno de los momentos más difíciles, con la nacionalización del grupo.
Sin embargo, a su regreso a Portugal, José de Mello demostró toda su resiliencia y visión, recuerda, «transformando esta adversidad en una oportunidad de renovación que culminó, en 1989, con la fundación del holding José de Mello, SGPS, que rápidamente se consolidó como uno de los mayores conglomerados empresariales de Portugal, con una presencia destacada en los sectores de la salud, las infraestructuras y la energía». Con estas innovadoras inversiones, el empresario «revolucionó la prestación de atención médica en Portugal al ofrecer una excelente alternativa al sistema público», con la red CUF, que hasta el día de hoy encarna la comprensión del fundador de este ámbito como «una responsabilidad social y no meramente empresarial», equilibrando «la estrategia empresarial y la misión cívica», algo que siempre ha guiado su forma de liderar.
Desde la atención sanitaria —con la red inaugurada por el Hospital CUF Infante Santo el 10 de junio de 1945, destinada principalmente, aunque no exclusivamente, a los empleados de la Companhia União Fabril y sus familias, y en constante crecimiento para «ofrecer más servicios de salud al pueblo portugués», un movimiento ejemplificado por el nuevo CUF Tejo, inaugurado el 28 de septiembre de 2020 en la arteria que ahora lleva el nombre del fundador gracias a una inversión de más de 170 millones de euros— hasta las infraestructuras, la trayectoria de José de Mello está marcada por su papel en el desarrollo de Portugal, en particular con Brisa, «una de las principales concesionarias de autopistas del país, que desempeñó un papel decisivo en la modernización de la red nacional de carreteras, con su visión estratégica y su capacidad de ejecución única que permitió no solo la importante expansión de este sector, sino también la consolidación de la posición de Brisa en el panorama internacional».
Si bien quienes apoyan el homenaje de la ciudad al empresario portugués no escatiman elogios, lo cierto es que José Manuel de Mello parece haber sido, por su trayectoria y personalidad, una figura de admiración casi unánime en el panorama nacional. Su vida no solo está marcada por su vocación de responsabilidad social en una época en la que no se hablaba de ella, sino también por las innumerables iniciativas que emprendió para impulsar mejoras para el país, tanto dentro como fuera del país, los llamamientos que lideró para crear una masa crítica y un músculo empresarial capaz de competir internacionalmente, su deseo de hacer brillar al país en un contexto en el que Portugal ya estaba integrado en el marco europeo, y su deseo de involucrar a la clase empresarial en las «reformas fundamentales cada vez más necesarias», un tema muy presente en la agenda.
Ahora, además de los elogios que recibió en vida y en muerte, el nombre de José Manuel de Mello quedará inmortalizado en una avenida, en una iniciativa de la ciudad que más recibió de él, precisamente donde se materializa un punto clave de su legado: CUF Tejo.
sapo