La moda de los bebés renacidos podría conducir al aislamiento social y a una mayor soledad

Son muñecos que simulan a los recién nacidos humanos. Los bebés "Reborn" pueden costar hasta 900 euros, están hechos de silicona y tienen características muy realistas: textura de piel, pelo implantado mechón a mechón, venas pintadas a mano y un peso similar a los reales.
A pesar de existir desde los años 90, han ido ganando popularidad a nivel mundial debido a los diversos vídeos que circulan en las redes sociales.
Este juguete es un ejemplo de un paso más hacia una sociedad cada vez más individualista, advierten los expertos en psicología.
"De repente, encontramos respuestas en el mercado -cosas que se pueden comprar y vender- para suplir un poco lo que son necesidades sociales", dijo a Renascença Miguel Ricou, presidente del Consejo de Especialidad de Psicología Clínica y de la Salud de la Orden Portuguesa de Psicólogos.
“Estamos pasando de vidas en las que teníamos estructuras sociales marcadas –la familia, los grupos religiosos, los grupos sociales– a dimensiones muy individuales”, señala.
La polémica en torno a los bebés "reborn" se ha intensificado en Brasil, donde el uso de estos muñecos ya ha sido regulado con la creación de políticas públicas.
Hay informes de casos en los que las personas tratan a las muñecas como humanos e incluso exigen los mismos derechos, como prioridad en el transporte público, atención médica y pensión alimenticia. En algunas regiones, incluso existen "maternidades" falsas que simulan nacimientos y proporcionan documentos que imitan los reales, como registros de vacunación y certificados de nacimiento.
Miguel Ricou asocia "algunos casos concretos" con "delirios", en los que las personas se confunden y no pueden distinguir un muñeco de un niño real.
“La muñeca se convierte en una especie de objeto que promueve el delirio, pero la tendencia delirante ya estaba presente”.
Pese a la polémica, el psicólogo asegura que no se trata de un caso para causar alarma social. Considera que el camino a seguir es "dar información a la gente, llegar a ella y explicarle cuáles son los límites".
Con la amplia gama de productos que hay en el mercado, estas muñecas no son "lo peor a lo que podemos acceder". El experto está "más preocupado por los chatbots".
Los bebés “renacidos” fueron creados para aportar beneficios a las personas con demencia, con el fin de promover “una mayor conexión con el mundo y las relaciones interpersonales y la vivencia de determinadas emociones”.
Miguel Ricou ve resultados positivos en estos casos. Sin embargo, el uso de estas muñecas se extiende a cuestiones “un poco más complejas” asociadas con el duelo y también con las personas mayores que luchan contra la soledad.
Según el experto, el uso obsesivo de estos elementos de sustitución de afectos puede tener el efecto contrario y promover "el aislamiento social y una mayor soledad".
En Vila Nova de Gaia hay una tienda que lleva ocho años vendiendo este tipo de juguetes. Por allí pasan personas de distintos orígenes. "Nuestra clienta más longeva tiene 100 años. Ella elige el bebé que quiere y luego su familia se lo regala. Es el regalo que siempre quiere para su cumpleaños", dice María Prata, la propietaria.
Las muñecas también son buscadas por personas que quieren adquirir experiencia en la maternidad y por padres que quieren transmitir a sus hijos "cierta calma, cariño, cuidado", apunta María Prata.
Sin embargo, desde el punto de vista profesional de Miguel Ricou, los niños son muy creativos y "no necesitan una gran cantidad de tecnología para poder jugar y representar papeles".
Los bebés “reborn” son creados por artistas especializados en escultura y pintura y “todos son únicos”, comenta Carolina Nicolodi, quien pinta estos muñecos desde 2020.
El artista explica el proceso: «Primero, se esculpe al bebé con un tipo de arcilla. Luego, va a fábricas. Las más conocidas están en Alemania y China». La escultura pasa luego a los artistas, quienes la pintan sobre vinilo. Se necesitan entre 10 y 20 capas para terminar.
Además de las muñecas, también se venden muchos accesorios para complementarlas, comenta María Prata. "Todo lo que hay para bebés, lo tienen: el cuco, la trona, el cochecito, el "next to me", ropa, biberones, zapatos, bañadores, batas de bautizo..."
El catálogo es interminable, al igual que los tipos de “bebés”. Pueden ser totalmente personalizables según el gusto del cliente.
RR.pt