<![CDATA[ Foguetão da viagem a Marte mal consegue sair da Terra ]]>

El cohete 'Starship' aún no ha dado señales de alcanzar algún día el planeta rojo, como estaba previsto. Ni siquiera la Luna. La última prueba, la novena de la saga, no empezó mal. Lanzado desde Starbase en Texas, EE. UU., el cohete desarrollado por SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, alcanzó la órbita terrestre, pero luego comenzó a perder altitud. Los dos anteriores explotaron, este se desintegró y cayó al océano Índico.

“Sufrió un desmontaje rápido e imprevisto”, admitió Elon Musk, quien, a pesar de los sucesivos fallos, comprende que no todo salió mal. “La 'Starship' logró la separación programada del motor de la nave espacial, lo que representa una gran mejora con respecto al vuelo anterior”, consideró.

En otras palabras, el sueño de llevar humanos a Marte a bordo de la «Starship» y colonizar el cuarto planeta del sistema solar sigue vigente, según la visión de Elon Musk. Hasta la fecha, 18 misiones espaciales han aterrizado en Marte, pero todas ellas no tripuladas.

A pesar de los contratiempos, el propietario de SpaceX mantiene el objetivo de enviar la primera misión no tripulada a Marte en 2026 y la llegada de humanos al planeta entre 2029 y 2031. Todo depende del éxito de las misiones. Pero la ambición de Elon Musk va más allá y prevé que, para 2050, habrá un millón de personas viviendo en Marte.

Debido a que siguen una trayectoria elíptica, la distancia entre la Tierra y Marte varía entre 54 y 401 millones de kilómetros. Actualmente se estima que un viaje a Marte podría durar entre 6 y 9 meses, aunque la NASA está desarrollando cohetes nucleares que reducirán considerablemente este tiempo. Sin oxígeno (solo un 0,13 %) ni agua visible, aunque se asume la existencia de un océano bajo la superficie, además de muchas otras adversidades, como la temperatura, vivir en Marte sería un gran desafío, pero quizás no imposible en el futuro.