PRR: El riesgo real se debe a fallas en el modelo de ejecución
Dos tercios de las inversiones del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) están en riesgo a tan solo un año de su finalización, no por falta de mérito en los proyectos, sino por deficiencias en el modelo de implementación. Por lo tanto, es urgente cambiar el enfoque y las tácticas para facilitar la implementación efectiva de estos fondos, esenciales para el desarrollo económico del país.
A primera vista, es evidente que los problemas van mucho más allá de la complejidad técnica de los proyectos. Lo que hemos observado es una combinación de factores críticos: excesiva burocracia en los procesos de contratación pública, falta de coordinación entre las entidades ejecutoras, escasez de recursos humanos cualificados en la administración pública y sucesivos retrasos en la aprobación de proyectos y el análisis de las solicitudes de reembolso. Estos obstáculos han causado graves bloqueos, no solo en grandes proyectos de infraestructura, sino también en iniciativas de menor envergadura, cruciales para la transformación digital, la sostenibilidad y la competitividad de las empresas portuguesas.
Además, muchos promotores, en particular pymes y entidades locales, se enfrentan a dificultades para interpretar la normativa, cumplir con plazos administrativos exigentes y responder a requisitos de información que a menudo superan su capacidad interna. El riesgo real es que se pierda una parte sustancial de los fondos disponibles, no por falta de mérito en los proyectos, sino por deficiencias en el modelo de implementación.
Por lo tanto, se necesita urgentemente un cambio de enfoque: es esencial simplificar los procesos, aclarar las normas y descentralizar las responsabilidades. Los fondos del RRP solo tendrán un impacto transformador si se implementan eficazmente, y para ello es necesario garantizar mayor agilidad, previsibilidad y apoyo técnico desde la fase de solicitud hasta la de implementación. Es imperativo que exista una movilización conjunta entre entidades públicas, empresas y consultores especializados para acelerar la implementación del RRP.
Por último, pero no menos importante, debemos destacar el compromiso de los socios activos en esta misión, quienes contribuyen a que las inversiones del PRR se traduzcan en resultados concretos y duraderos para sus clientes y para el tejido empresarial portugués. ¡Todos somos responsables!
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