Una empresa de armas es blanco de acusaciones de corrupción

Sodarca Defensa, que forma parte del grupo de João Bravo, propietario de Helibravo, fue objetivo de la mega operación de búsqueda de la Policía Judicial (PJ) este jueves 29 de mayo, en el ámbito de la operación “Torre de Control” que investiga sospechas de cartelización en la contratación de recursos aéreos para combatir incendios rurales, que habrán perjudicado al Estado en alrededor de 100 millones de euros.
JE sabe que la empresa suministradora de armas, soluciones de sistemas y plataformas para las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad fue apuntada por la PJ entre organismos públicos, firmas de contabilidad y empresas blanco de búsquedas como la propia Helibravo, propiedad de João Bravo, Heliportugal, Gestifly, Gestifly, Gesticopter y Helifly. Los allanamientos están relacionados con un presunto “cartel” en la contratación de recursos aéreos en el marco del operativo lanzado de norte a sur del país.
Los vínculos de João Bravo estarán en el radar de la Justicia. presidente de Sodarca, con militares de la Fuerza Aérea. Según la revista Sábado, João Bravo, quien habría sido nombrado como acusado, financió a Chega con donaciones en varias ocasiones y organizó cenas en apoyo del partido.
La investigación sospecha que las empresas obtuvieron información privilegiada de entidades públicas que las favorecieron en concursos, perjudicando al Estado.
Sodarca Defense -que representa en exclusiva la marca de pistolas Glock y ya ha suministrado al PJ pistolas de esta marca austriaca- es un proveedor de soluciones de defensa que forma parte del grupo Sodarca, cuyas áreas de negocio abarcan varios sectores de actividad como la Aviación, el Turismo Rural, la Defensa y Seguridad y la Caza y Pesca.
El sitio web del grupo afirma que Sodarca Defense es parte de un grupo restringido de empresas acreditadas por el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior para la distribución y comercialización de bienes y tecnologías militares. “Sodarca Defense promueve, entrega, apoya, sostiene y garantiza productos, tecnologías, plataformas y sistemas militares”.
Helibravo negó actuar en un cártel y amenazó con demandar a Costa En 2018, el entonces primer ministro António Costa dijo que las compañías aéreas que combaten incendios actúan de forma “concertada” para aumentar los precios. Una acusación que entonces generó la indignación de João Bravo, de Helibravo y Sodarca, habiendo en ese momento incluso amenazado con demandar a Costa.
“Está todo mal hecho y retrasado y somos nosotros los que estamos 'cartelizados'”, afirmó João Bravo, citado por el diario Público. El propietario de Heliportugal, Pedro Silveira, también dijo entonces que no se puede esperar “que quien vende lo haga a un precio inferior a su coste real”.
La acusación de Costa se produjo un año después del incendio que se desató en Pedrógão Grande y se extendió a municipios vecinos, causando 66 muertos y 253 heridos.
Delitos bajo sospecha Siete años después de que António Costa atacara a las empresas aeronáuticas, se lanzó la llamada Operación “Torre de Control” tras sospechas de abuso de poder, asociación ilícita, fraude calificado, corrupción activa y pasiva, fraude fiscal calificado y tráfico de influencias.
Están bajo sospecha unas licitaciones públicas por valor de decenas de millones de euros para la adquisición de servicios de operaciones aéreas para el DECIR (Dispositivo Especial de Lucha contra Incendios Rurales).
Según la nota del PJ, estas empresas comerciales con sede en Portugal, que formaban parte de una “red compleja” establecida al menos desde 2022, controlaban la participación en licitaciones públicas en el ámbito de la lucha contra los incendios rurales en Portugal, por un valor de unos 100 millones de euros.
Estas licitaciones públicas se centran en la adquisición de servicios para la operación, mantenimiento y gestión de la aeronavegabilidad de los activos aéreos propios del Estado, dedicados exclusivamente a DECIR. El objetivo de la red que ahora se busca sería que el Estado portugués se quedara con un déficit de recursos aéreos y, de esta forma, estuviera sujeto a los consiguientes precios más altos de estas compañías comerciales, explica el PJ en el ámbito de la operación de este jueves en los distritos de Lisboa, Beja, Faro, Castelo Branco, Oporto y Bragança.
12 acusados, cinco son empresas Doce imputados fueron señalados, siete personas físicas y cinco personas jurídicas, en el marco de esta investigación, que también derivó en allanamientos en la Oficina de Coordinación de la Misión de Incendios Rurales, ubicada en el Estado Mayor de la Fuerza Aérea, que confirmó allanamientos en sus instalaciones y dice estar “colaborando activamente” con las autoridades.
La Autoridad Nacional de Aviación Civil (ANAC) fue otro de los objetivos de los inspectores y magistrados que acompañaron las investigaciones, y el regulador del sector civil confirmó las búsquedas y aclaró que la ANAC “no tiene intervención directa en licitaciones públicas relacionadas con la selección de operadores aéreos para efectos de integración al DECIR”.
Subrayó aquí que, como regulador del sector, “naturalmente está prestando plena colaboración a las autoridades judiciales en el desarrollo de las investigaciones en curso y aportando las aclaraciones técnicas necesarias para el contexto en cuestión”.
La investigación está a cargo del Departamento Central de Investigación y Acción Penal (DCIAP), asistido por la Unidad Nacional de Combate a la Corrupción (UNCC). En el operativo de 28 cateos participaron 140 inspectores y 45 especialistas de la PJ, siete magistrados del MP, cinco elementos de la Unidad Técnica de Apoyo de la PGR y cinco elementos de la Autoridad de Competencia.
jornaleconomico