Las misteriosas estructuras en las profundidades de la Tierra son clave para comprender las devastadoras erupciones volcánicas.

Las formaciones subterráneas ocultas pueden predecir fenómenos naturales catastróficos
Las erupciones volcánicas se encuentran entre los fenómenos naturales más poderosos y destructivos, capaces de destruir ciudades enteras, interrumpir el tráfico aéreo, alterar el clima e incluso amenazar la vida en el planeta. Investigaciones recientes realizadas por especialistas australianos han desvelado uno de los misterios: el papel de las misteriosas estructuras ocultas en las entrañas de la Tierra, que podrían ser la causa directa de estos eventos destructivos.

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Los científicos comenzaron su investigación analizando las causas de las erupciones: a miles de kilómetros bajo la superficie se encuentra una capa de roca caliente llamada manto inferior. Los libros de texto suelen representarla como una capa lisa y uniforme, pero nuevas evidencias sugieren que es mucho más compleja. Dentro de esta capa se encuentran grandes formaciones rocosas que los científicos llaman "coágulos" o "rocas del manto". Se trata de formaciones rocosas masivas del tamaño de continentes, y no son estáticas: se desplazan, se comban e interactúan entre sí, al igual que las placas tectónicas que las cubren. Los investigadores creen que estas estructuras ocultas podrían desempeñar un papel clave en el origen de las erupciones volcánicas.
La vulcanóloga Annalisa Cucciaro y su equipo han descubierto que estas grandes formaciones basales, a las que denominan "coágulos", influyen directamente en la actividad volcánica en la superficie terrestre. Concluyen que estas estructuras actúan como "autopistas de magma", enviando columnas de roca fundida desde profundidades de casi 3.000 kilómetros (1.800 millas) para provocar erupciones gigantescas capaces de destruir ecosistemas enteros y alterar el clima. Estas potentes emisiones, afirman, fueron responsables de la extinción masiva de los dinosaurios y otras catástrofes globales en la historia del planeta.
El equipo de Cucciaro utilizó tres conjuntos de datos diferentes para confirmar su hipótesis y descubrió que las manchas estaban asociadas con grandes erupciones ocurridas hace unos 300 millones de años. Demostraron que estas estructuras no son simplemente estáticas, sino características dinámicas que se mueven con su origen —las manchas— y crean las condiciones para potentes eventos volcánicos. Existen dos manchas de este tipo en el manto inferior: una ubicada bajo el hemisferio africano y la otra bajo el océano Pacífico. Si estas características son fijas o se mueven constantemente debido a las corrientes de convección en el interior de la Tierra sigue siendo una incógnita. Sin embargo, nuevos modelos muestran que estas estructuras forman parte de un sistema dinámico que tiene un impacto directo en la superficie del planeta.
Los investigadores modelaron el movimiento de estas manchas, imaginando su condición hace miles de millones de años. Como resultado, descubrieron que estas formaciones a veces se inclinaban y se movían, creando condiciones propicias para erupciones, ya sea directamente sobre ellas o en sus inmediaciones. Estas ubicaciones coincidían con zonas reales donde ocurrieron importantes eventos volcánicos en el pasado. El análisis estadístico mostró que existe una relación significativa entre la ubicación de estas estructuras subterráneas y las erupciones históricas, lo que confirma la hipótesis sobre su papel en la configuración de la actividad volcánica.
“Este descubrimiento es importante no solo para comprender las causas de las erupciones catastróficas, sino también desde un punto de vista práctico: puede ayudar a predecir futuras erupciones e incluso a encontrar zonas ricas en minerales, como kimberlitas con diamantes o depósitos de minerales raros necesarios para las energías renovables”, explica el investigador.
mk.ru