¡De la Kasımpaşa de Estambul al liderazgo mundial! La resistencia del presidente Erdoğan contra la tutela
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Los años 70, 80 y 90 fueron tiempos de pesadilla para Turquía a nivel político, económico y social. Este país ha sufrido mucho y ha perdido mucho tiempo en los últimos años. Se buscaba una salida. El 3 de noviembre de 2002 acudió a las urnas con la esperanza de un futuro mejor. El Partido de Justicia y Desarrollo, liderado por Erdoğan, que aún no tiene un año de mandato, salió victorioso de las elecciones.
Captura de pantalla / Una noticia
Turquía tiene una nueva cara
El resultado en las urnas fue la manifestación de una rebelión que crecía en oleadas. Turquía partió con un nuevo entusiasmo que la elevaría al nivel de las civilizaciones contemporáneas. Las coaliciones habían terminado y se había logrado la estabilidad. A raíz de esto, comenzaron esfuerzos de desarrollo en todos los campos. La nación se familiarizó con la política de servicios. Turquía ha adquirido un aspecto completamente diferente gracias a las inversiones.
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Su sueño era un pavo próspero
Recep Tayyip Erdoğan fue un líder que no buscó ningún otro título que el de servir a la nación. Su sueño era una Turquía próspera donde 85 millones de personas vivieran en unidad.
Trabajó día y noche, diciendo: “El que corre por amor no se cansa”. Hizo lo que le dijo a la nación. Cumplió lo que prometió. Pero la lucha que libró no fue tan fácil. Estuvo lleno de dificultades. En cada inversión, cada obra, cada servicio que trajo a su país, se enfrentó a muchos obstáculos, tanto abiertos como secretos, tanto en el país como en el extranjero.
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