EE.UU. sanciona a presunto líder de la banda venezolana Tren de Aragua

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha sancionado al presunto líder del Tren de Aragua (TDA), una banda venezolana que la administración del presidente Donald Trump ha utilizado como justificación para su ofensiva migratoria.
En un comunicado publicado el martes, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro dijo que Giovanni Vicente Mosquera Serrano no sólo fue sancionado sino también acusado por el Departamento de Justicia.
Según documentos judiciales desclasificados, Mosquera Serrano enfrenta cargos relacionados con narcotráfico y terrorismo. También fue incluido en la lista de los Diez Más Buscados del FBI, con una recompensa de 3 millones de dólares por información que conduzca a su arresto o condena.
En el comunicado , el secretario del Tesoro, Scott Bessent, acusó a Tren de Aragua, bajo el liderazgo de Mosquera Serrano, de “aterrorizar a nuestras comunidades y facilitar el flujo de narcóticos ilícitos a nuestro país”.
Fue el último esfuerzo de la campaña de la administración Trump para acabar con la actividad criminal que, según afirma, está vinculada a la proliferación de pandillas extranjeras y redes criminales en Estados Unidos.
A principios de este año, la administración Trump designó al Tren de Aragua y otras pandillas latinoamericanas como “organizaciones terroristas extranjeras”, una categoría utilizada más comúnmente para describir a grupos internacionales con objetivos políticos violentos.
Pero Trump ha utilizado la amenaza de redes criminales con sede en el extranjero para justificar el uso de poderes de emergencia durante su segundo mandato.
Por ejemplo, la administración Trump ha afirmado que el Tren de Aragua está coordinando sus actividades en Estados Unidos con el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro. Esta acusación se utilizó posteriormente para justificar el uso de una ley poco común en tiempos de guerra: la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
Al afirmar que la presencia de grupos como Tren de Aragua constituía una “invasión” extranjera en suelo estadounidense, Trump utilizó la Ley de Enemigos Extranjeros como base legal para impulsar las deportaciones aceleradas de presuntos miembros de pandillas.
Más de 200 personas fueron enviadas a una prisión de máxima seguridad en El Salvador, donde muchas de ellas permanecen hasta el día de hoy.
Estas deportaciones han suscitado críticas generalizadas, junto con numerosos recursos legales. Los críticos han afirmado que las deportaciones aceleradas violaron el derecho de los inmigrantes al debido proceso. También señalaron que muchos de los hombres deportados no tenían antecedentes penales.
Los abogados de algunos de los hombres han argumentado que parecen haber sido encarcelados debido a sus tatuajes y su vestimenta. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional ha refutado esta afirmación.
Al menos un alto funcionario estadounidense ha reconocido que el gobierno de Maduro no puede dirigir el Tren de Aragua.
Un memorándum de abril de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, obtenido por medios de comunicación como NPR y The New York Times, también puso en duda la idea de que Venezuela estuviera controlando los movimientos de la pandilla en Estados Unidos.
Más bien, el memorándum decía que el gobierno de Maduro probablemente ve al Tren de Aragua como una amenaza.
“Si bien el entorno permisivo de Venezuela permite que TDA opere, el régimen de Maduro probablemente no tiene una política de cooperación con TDA y no está dirigiendo el movimiento y las operaciones de TDA hacia Estados Unidos”, se lee en el memorando.
En julio pasado, Estados Unidos y Colombia ofrecieron recompensas conjuntas multimillonarias por información que condujera al arresto de Mosquera Serrano y otros dos hombres que se cree lideran el Tren de Aragua.
El grupo también fue sancionado ese mismo mes como organización criminal transnacional por “participar en diversas actividades delictivas, como tráfico y trata de personas, violencia de género, lavado de dinero y tráfico ilícito de drogas”, según un comunicado del Departamento del Tesoro.
Numerosos países de América Latina han luchado contra el rápido crecimiento de la pandilla, que se ha vinculado a asesinatos políticos y tráfico generalizado de personas, aunque los expertos dicen que hay pocos indicios de que la pandilla se haya infiltrado en Estados Unidos.
Al Jazeera