La Guardia Revolucionaria afirma haber desarticulado una red de hackers vinculada al Mossad y a medios extranjeros.

Según informes de los medios iraníes, la líder del grupo operaba bajo la engañosa identidad en línea de una joven holandesa que defendía la libertad de las mujeres iraníes y, según se informa, suministraba información clasificada sobre las fuerzas de seguridad iraníes a redes de medios antiiraníes, incluida Iran International, y a redes vinculadas al Mossad israelí.
El caso comenzó en 2022 cuando el canal de Telegram y la cuenta de Twitter “Backdoor” adquirieron notoriedad al publicar información personal sobre agentes de la policía moral y otro personal militar.
Inicialmente, “Backdoor” se presentaba como una joven europea que exponía secretos en apoyo de las mujeres iraníes.
Esta narrativa fue amplificada considerablemente por medios extranjeros, especialmente por Iran International, que difundió reportajes basados en los datos filtrados.
Sin embargo, una operación de inteligencia de múltiples capas realizada por especialistas cibernéticos de la IRGC demostró que la persona detrás de la identidad no era ni una “chica” ni “holandesa”, sino un joven iraní que dirigía un grupo de piratas informáticos nacionales.
Según sus confesiones, su principal motivación era generar ingresos a través de criptomonedas.
El líder capturado confesó haber recibido pagos por objetivos específicos e información de alto valor.
La investigación reveló que el grupo de hackers formaba parte de una red más amplia y peligrosa que involucraba a periodistas de 'Iran International', un grupo rival de hackers llamado “Lab Dookhtegan” y, en última instancia, al Mossad.
El grupo “Lab Dookhtegan” es conocido por su abierta inclinación pro-sionista y se jactó en su canal de Telegram de su papel en la recopilación de información sobre objetivos de inteligencia dentro de Irán durante los conflictos recientes.
El aparato de seguridad iraní otorga alta prioridad a la identificación y desmantelamiento de operaciones de espionaje extranjeras.
Las operaciones frecuentemente tienen como objetivo las redes dirigidas por la CIA y el Mossad, culminando a menudo con el arresto de personas con doble nacionalidad o individuos que filtran información militar, nuclear o económica sensible.
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