Un mundo de licores MAGA está en auge en línea. ¿Pero qué pasa si no es real?

Una botella de licor lleva grabada la imagen del presidente Donald Trump con gafas de sol (una de ellas con estrellas y la otra con rayas) y extendiendo dos dedos medios triunfantes, aparentemente hacia ti. O hacia Thomas Crooks, el hombre que intentó matarlo en Butler, Pensilvania, el verano pasado. La botella, que se vende por 74,99 dólares, lleva la etiqueta "Fallaste".

Luego está Let's Go Brandon Bourbon, que se apropia del eufemismo para "Fuck Joe Biden" que tanto entusiasma a muchos partidarios de Trump y lo estampa en una botella de licor, excepto que en este caso, el producto no existe (¿todavía?). Está anunciado por MAGA Spirits por $43.99, pero cuando haces clic en "Ordenar ahora", te dirigen a una "Página no encontrada". Lo mismo ocurre con las otras supuestas ofertas de la compañía: Build the Wall Tequila, Sleepy Joe Whiskey, 45 Vodka, Captain Don Rum y la joya de la corona, American Hero Whiskey, Survivor's Reserve ($49.99), cuya etiqueta tiene la imagen de un Trump ensangrentado levantando su puño de "¡lucha, lucha!".

“Este whisky American Hero, Survivor's Reserve, es un lote limitado de 5000 botellas numeradas individualmente, que encarna la fuerza y ​​la resiliencia”, dice el texto promocional. “Este whisky refleja el legado de 45, quien ha enfrentado todos los desafíos y se ha mantenido firme, con el puño en alto. El líder supremo y el verdadero héroe estadounidense manifiesta la libertad a través de su dedicación a la patria. Brindemos por la valentía inquebrantable, el compromiso inquebrantable y el espíritu de un verdadero superviviente con Survivor's Reserve”.

Pero: “Página no encontrada”.

Bienvenidos al pequeño pero ruidoso mundo de las bebidas alcohólicas con temática MAGA, un fenómeno muy estadounidense que comenzó durante la primera administración de Trump y continúa en la segunda. Las declaraciones políticas sobre las que se basan estas marcas pueden ser contundentes, pero resulta que muchas de ellas son negocios fallidos o conceptos que aún no se han consolidado. Y, con pocas excepciones, la mayoría no parece estar dispuesta a hablar de sus ideas o productos y no respondió a los repetidos intentos de contactarlas.

Una marca que uno pensaría que esperaría que una segunda administración Trump impulsara las ventas de whisky es American Cowboy Whiskey Company. No hay nada explícitamente pro-Trump ni MAGA en su sitio web; su declaración de misión dice que está "dedicada a la memoria histórica y nostálgica del vaquero estadounidense". Pero su cuenta oficial X cuenta una historia diferente, con republicaciones del feed oficial del presidente Trump: el presidente llega a las 500 Millas de Daytona entre aplausos entusiastas, y un reportaje de Fox News sobre DOGE trabajando en la eliminación de las ineficiencias del gobierno (junto con un montón de contenido sobre mejoras para el hogar y autos deportivos).

El fundador, Steve Wesenberg, me comentó que la empresa, que fundó en 2020, aún no tiene whisky disponible, pero busca inversores para desarrollar una línea de licores. Cuando le pregunté por correo electrónico si planeaba que su marca se dirigiera a los simpatizantes de MAGA, no recibí respuesta. Hay camisetas y vasos Yeti con el logotipo de la empresa a la venta en su sitio web, y un marcador indica que el whisky de "próximo lote pequeño" se lanzará en otoño de 2026. Sin embargo, según las declaraciones de Wesenberg, parece que el "próximo" lote pequeño será, de hecho, el "primer" lote pequeño, si es que llega a producirse.

También llamé a Redneck Riviera, una marca fundada en 2018 por la estrella de country John Rich (el miembro más bajo del dúo de principios de los 2000 Big & Rich). Tras explicarle al publicista de Rich que estaba escribiendo un artículo sobre el alcohol para atraer a los partidarios del presidente Trump, no recibí respuesta. Tampoco recibí respuesta de la propia marca.

El feed de Rich en X deja bastante claro su postura política. Es un conservador con gorra roja a quien no le gustan mucho los demócratas (en particular la congresista texana Jasmine Crockett, pero cree que el senador de Pensilvania John Fetterman tiene algo de sentido común, aunque "parezca un miembro de la Familia Addams"), la conciencia política ("¿Saben qué marca nunca se volverá progresista? ¡LA MÍA!"), la gente que vandaliza Teslas ("Lanzar cócteles molotov a vehículos... es terrorismo; sigan así, idiotas, los meteremos a todos en la cárcel"), o la vacuna contra la COVID-19 (a la que llama "un experimento médico que altera el ADN" y que viola el Código de Núremberg).

El feed oficial de Redneck Riviera X no es tan explícito, pero hay respuestas a favor de Trump a un troll liberal que publica memes; un pulgar hacia arriba a una foto de un vaso con una bala que dice "Trump a prueba de balas"; y una respuesta a una publicación de Elon Musk que llama a AP "Propaganda asociada" que sugiere "Otra parodia" como otra opción.

La línea Redneck Riviera incluye varios whiskies con sabor. Probé el American Blended Whiskey, una mezcla asequible de 97 % de whiskey ligero y 3 % de whiskey de centeno (no se revelan las destilerías de origen), añejado durante al menos tres años y embotellado con 80 grados. Entiendo por qué la gente podría querer beber este whiskey, de la misma manera que quieren beber mezclas baratas como Seagram's 7 o Kentucky Gentleman... pero no es la gran cosa. En boca, el whisky tiene un intenso sabor a vainilla, similar al caramelo, y en general es bastante ligero y monótono. Sabe como un whiskey para quienes creen que tal vez no les gusta el whiskey, y para ese grupo de edad probablemente cumple su función.

Como marca, MAGA Spirits deja claras sus intenciones con nombres curiosos (Tequila Construye el Muro, etc.). La marca no respondió a los correos electrónicos solicitando comentarios, y los enlaces para comprar en su sitio web están inactivos.

Lo mismo ocurre con Leadslingers Whiskey, fundada en 2013 durante la administración Obama. La marca afirma ser propiedad de veteranos y estar dedicada a proteger la Segunda Enmienda, algo que queda meridianamente claro en su sitio web, con una declaración de misión que dice estar "dedicada a la Segunda Enmienda y a todos los estadounidenses que la ejercen", y un feed X con republicaciones del fundador de la Second Amendment Foundation y Armed American Radio (aunque no hay publicaciones del año pasado). Esto se traslada a las redes sociales del cofundador Brad Premo, pero él va más claro, con publicaciones que apoyan a Trump y a Musk promocionando Teslas en la Casa Blanca, otras que insinúan que DOGE destapará a los demócratas que roban el dinero de los contribuyentes y alguna que otra fantasía sobre cómo los "gorditos" deberían tener que comprar dos asientos en los aviones. De nuevo, no obtuve respuesta a mis preguntas.

Log Still fue una de las pocas marcas en el ecosistema de bebidas alcohólicas de Trump que estaba dispuesta a dialogar. Esta destilería de Kentucky anunció el lanzamiento de un nuevo bourbon llamado America's 47 en enero pasado, que presentó en el Baile Inaugural de Trump y donó para las bolsas de regalo. El whisky es una mezcla de dos bourbons de centeno alto y un bourbon de trigo, añejado entre cinco y siete años y embotellado con un 47 % de alcohol por volumen. (El número de planta de bebidas espirituosas destiladas (DSP) de la destilería también es 47). La destilería me envió una muestra para probar, y es un bourbon bastante bueno con un buen equilibrio entre las especias del centeno y el dulzor del trigo. En general, este whisky tiene un perfil de sabor clásico a bourbon con notas de caramelo, vainilla y arce, y funcionaría bien en un old fashioned.

El fundador, Wally Dant, me comentó que el whisky pretendía ser un homenaje a la cuadragésima séptima presidencia y que nunca tuvo la intención de respaldar a quienquiera que ocupara ese cargo. Dada la preparación previa que requiere un nuevo lanzamiento, desde la aprobación de la etiqueta hasta la formulación de la mezcla, esto tiene sentido. Le pregunté si habría lanzado America's 47 si Kamala Harris hubiera sido elegida, y dijo que habría hecho algo. "El comité inaugural aprueba estas cosas, y tener un bourbon con ese sello era importante para nosotros", dijo. "Habríamos colaborado con ese bando si hubieran ganado. Pero la administración [actual] nos apoyó y lo agradecemos, independientemente de las reacciones que hemos visto, tanto negativas como positivas".

Otro nuevo whisky, claramente centrado en Trump, se llama 4547 Patriot Edition. La empresa responsable es Wise Spirits, una empresa con sede en Nashville que cuenta con otras bebidas espirituosas en su portafolio y que, al parecer, se fundó en 2024. Concerté una llamada con el vicepresidente de ventas, Dean L. Burden, pero la canceló el día antes de nuestra charla, alegando el gran interés que despierta el whisky. «Es una gran historia y estamos deseando compartirla con el mundo», escribió en un correo electrónico. «Hasta entonces, tendremos que posponer nuestra conversación un tiempo hasta que podamos ponernos al día con todos los pedidos y proyectos que tenemos en marcha».

Ese retraso podría ser mayor de lo que inicialmente pensó. A finales de febrero, un cargamento completo de whisky 4547, valorado en 250.000 dólares, fue robado en California por ladrones que utilizaron documentos de envío falsos. Finalmente, el whisky fue recuperado y ahora cada botella de ese cargamento tiene una etiqueta que dice "SECUESTRO" e incluye un código QR que enlaza con la noticia. Supongo que nunca se debe dejar pasar una oportunidad de marketing.

Pedí una botella de whisky 4547 para probar (precio de venta: $79.99), y parece que podría ser tan popular como Burden afirmaba. Recibí un correo electrónico de la tienda en línea, Bourbon Hunt USA, avisando que el envío se retrasaría para poder atender la avalancha de pedidos nuevos. Unas semanas después, llegó a mi casa, y parece que la publicidad es lo más emocionante de esta botella. Está bien, un bourbon bastante aceptable que cumple su función, pero tampoco destaca en el abarrotado mercado del whisky actual.

Este pequeño auge parece ser un fenómeno moderno sin precedentes históricos. Claro, se sabe que los presidentes anteriores disfrutaron mucho más de lo que les correspondía de whisky. El biógrafo David McCullough escribió que Harry Truman terminaba su desayuno diario de huevos, tostadas y tocino con un trago de Old Grand-Dad. Y se dice que a Benjamin Harrison le gustaba tanto el whisky escocés que Dewar's le envió un barril entero, lo que enfureció a los destiladores estadounidenses, quienes pensaron que debería estar bebiendo bourbon. Pero las afiliaciones más explícitas entre un comandante en jefe y una marca de whisky son escasas. George Washington tenía una destilería en su finca de Mount Vernon que elaboraba whisky de centeno (de hecho, llegó a ser una de las más grandes del país); se dice que Andrew Jackson dirigió una pequeña destilería en Tennessee; y a finales del siglo XIX, una empresa de Boston bautizó un whisky en honor a Ulysses S. Grant. Pero nada de esto se acerca al culto a la personalidad que impulsa a las marcas MAGA (o casi marcas) de hoy, con sus mensajes explícitos a favor de Trump.

Resulta irónico que las marcas de whisky MAGA promuevan activamente la agenda del presidente con sus mensajes, dado que Donald Trump es famoso por ser abstemio y perdió a su hermano mayor, Fred Trump Jr., por alcoholismo. Por otro lado, el presidente no es conocido por rehuir las oportunidades de marketing o de marca.

Trump ya ha tenido negocios con bebidas alcohólicas: fue propietario de Trump Vodka de 2006 a 2011, cuyas botellas se venden actualmente por miles de dólares en el mercado secundario. Eric Trump parece estar considerando revivir la marca, ahora desaparecida, que se producía en la bodega Trump de Charlottesville, Virginia, nada menos (¿buenas variedades de uva de ambos lados?). En su primer mandato, el afán de Trump por convertirse en presidente parecía centrarse más en añadir valor a su marca personal que en cualquier aspiración política real. Vende Biblias, relojes y zapatillas deportivas, ¡el mismísimo presidente! Por no hablar de campos de golf y hoteles. Así que, en cierto modo, sus seguidores emprendedores simplemente lo están copiando, añadiendo ahora whiskies relacionados con Trump a la pila de NFT, velas aromáticas y riñoneras.

En la izquierda, este tipo de marca política existe, pero es minúscula en comparación. Claro, la imagen de Obama del artista Shepard Fairey apareció en camisetas y pósters de esperanza, y el gigante del coñac Hennessy incluso lanzó una botella de edición limitada para celebrar la investidura del cuadragésimo cuarto presidente en 2009. Actualmente, el ejemplo más destacado en la izquierda que pude encontrar es Republic Restoratives Distillery, una "destilería propiedad de mujeres, dirigida por personas queer y sin complejos independiente" con sede en DC. Es una especie de contraparte del mundo de las bebidas espirituosas MAGA con lanzamientos como Dissent Gin, Fascist Tears Vodka, Rodham Rye y Madam Whiskey. Esa última botella, una mezcla de whiskies bourbon y centeno que salió por primera vez en 2020, presenta una imagen de Kamala Harris en la etiqueta. Según Washingtonian, tras la retirada de Biden de la contienda el verano pasado, la destilería vendió unas quinientas botellas de Madam la semana siguiente, una cifra nada despreciable para una destilería artesanal. Pude contactar con alguien de la destilería, pero al final nunca respondieron a mis preguntas.

Trump, por supuesto, ha estado amenazando erráticamente con aranceles a productos de México, Canadá y la Unión Europea, y luego los ha retrasado, y esos países han respondido con aranceles de represalia. Vivimos esto durante su primer mandato, cuando la UE impuso un impuesto del 25 % al whisky estadounidense en respuesta a los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, y los resultados no fueron buenos para la industria en general, y devastadores para algunos pequeños productores artesanales. Se ha propuesto que la UE vuelva a imponer un arancel de un enorme 50 %, aunque parece que existe la posibilidad de que no se concrete.

Es improbable que estas marcas MAGA intenten vender sus productos en el extranjero, y muchas parecen no tener nada que vender. Pero afirman apoyar a un presidente cuyas políticas podrían perjudicar sus negocios. Las marcas de whisky MAGA, al igual que otras causas basadas en fanfarronería y políticas identitarias, no se basan en analizar causa y efecto ni en analizar posiciones políticas. Se trata de crear una atmósfera, de dejar huella y de saciar la sed de los estadounidenses incondicionales que apoyan a Trump con vehemencia y quieren que sepas cómo se sienten.