Una perspectiva de ética conductual

Las redes sociales se han convertido en una infraestructura fundamental para los jóvenes. Les ofrecen ventajas como la creación de redes sociales, el aprendizaje informal, la expresión creativa y oportunidades empresariales rentables.
Las redes sociales se han convertido en una infraestructura fundamental para los jóvenes. Les ofrecen ventajas como la creación de redes sociales, el aprendizaje informal, la expresión creativa y oportunidades empresariales rentables.
Al mismo tiempo, pueden tener consecuencias negativas para la salud e influir en el comportamiento del consumidor de maneras poco transparentes. Al combinar la ética del comportamiento y la economía digital, este estudio muestra cómo los incentivos de las plataformas de redes sociales y los influencers pueden conciliarse con el bienestar y el desarrollo de la autonomía de los jóvenes sin obstaculizar la innovación.
Las plataformas de redes sociales, los creadores de contenido y los influencers suelen explotar las vulnerabilidades del desarrollo, lo que genera fallos de mercado y socava la confianza en los mercados digitales. El análisis ético de este estudio demuestra que proteger la autonomía y la dignidad de los jóvenes exige obligaciones categóricas (desde una perspectiva deontológica), como la prohibición del diseño manipulador y la monetización encubierta. Desde una perspectiva utilitarista, son necesarias intervenciones proporcionales que maximicen el bienestar. Si bien los marcos legales vigentes en la UE y Alemania ofrecen orientación, también revelan deficiencias en su aplicación, especialmente en lo que respecta a los patrones de diseño, la protección de la edad y la transparencia en la economía de los creadores. Entre las medidas políticas eficaces se incluyen la configuración predeterminada del "Modo para usuarios jóvenes", la divulgación de la influencia (publicidad) y el origen (retoque/IA) del contenido, restricciones específicas a la publicidad de alto riesgo y programas integrales de alfabetización mediática. En conjunto, estas medidas pueden incentivar modelos de interacción más saludables y compatibles con la innovación, establecer el bienestar de los jóvenes como una restricción de diseño y fortalecer la confianza en los mercados digitales.

Bárbara Engels / Jennifer Potthoff Instituto Económico Alemán (IW)
iwkoeln



