Un revés para la Comisión Europea: Von der Leyen viaja a Brasil con objetivos climáticos debilitados.

La presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen, en Belém, Brasil.
(Foto: REUTERS)
Poco antes de la Cumbre Mundial sobre el Clima en Brasil, los Estados miembros de la UE acordaron una mayor flexibilidad en cuanto a los objetivos europeos. Para Bruselas, esto supone un revés. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no dio muestras de ello al inicio de la conferencia en Brasil.
La Unión Europea tiene la intención de ampliar aún más su compromiso con la protección del clima, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. «Hemos venido a redoblar nuestro compromiso, a acelerar aún más la implementación, a subsanar las deficiencias que aún persisten, a intensificar nuestras alianzas y a garantizar un progreso real», declaró la política alemana al inicio de una cumbre climática ante decenas de jefes de Estado y de Gobierno en Belém, Brasil, donde la próxima semana dará comienzo la COP30, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. La Unión Europea hará lo que le corresponde para garantizar el éxito de la COP30.
Von der Leyen inicialmente no especificó cómo la UE pretende reforzar su compromiso. La Comisión Europea sufrió recientemente un revés en materia de protección climática: si bien los Estados miembros acordaron reducir las emisiones en un 90 % para 2040, lo hicieron con mucha más flexibilidad y con diversas alternativas que las propuestas por la Comisión.
Los países presionan para lograr una mayor flexibilidad.Hasta cinco puntos porcentuales de las reducciones podrían lograrse mediante acuerdos con países no europeos, en lugar de tener que conseguirse dentro de Europa. Además, a petición de los Estados miembros, los combustibles solo se incluirían en el sistema de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero a partir de 2028, un año más tarde de lo previsto inicialmente. Preocupados por el impacto en la economía y los desafíos geopolíticos, los Estados miembros también exigen cada vez más una mayor flexibilidad para alcanzar los objetivos climáticos y una flexibilización de la normativa vigente.
El acuerdo de la UE se alcanzó bajo una intensa presión para demostrar su capacidad de actuar antes de la cumbre climática de Brasil. «Fijar un objetivo climático no es solo elegir una cifra, sino una decisión política con consecuencias de gran alcance», declaró Lars Aagaard, ministro danés de Clima y presidente del Consejo. Añadió que se habían realizado esfuerzos para mantener la competitividad y el equilibrio social. Países como Francia y Portugal habían solicitado que se suavizara el objetivo mediante el comercio de emisiones, mientras que Polonia y Hungría votaron en contra del acuerdo, pero no lograron bloquearlo.
Tal y como anunció recientemente la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la comunidad de estados está en camino de alcanzar su objetivo climático para 2030 de reducir las emisiones en un 55 por ciento en comparación con 1990.
Fuente: ntv.de, mau/dpa/rts
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