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El curioso fenómeno de los precios negativos de la electricidad: por qué se producen y cómo afectan al consumidor

El curioso fenómeno de los precios negativos de la electricidad: por qué se producen y cómo afectan al consumidor

Desde aerogeneradores en las montañas en Noruega hasta paneles solares en los tejados de Australia, la energía renovable está inundando las redes eléctricas como nunca antes. Dado que la producción de estas nuevas fuentes de energía fluctúa con los vientos cambiantes y el sol, a menudo suministran más electricidad de la que las redes pueden absorber, lo que da lugar al curioso fenómeno de los precios de la energía negativos.

Es probable que este año se registre un número récord de horas en las que el precio de la electricidad caiga por debajo de cero. Si bien toda esa energía barata puede ser una buena noticia para los hogares y las industrias, es una seria preocupación para los inversores en activos de energía renovable, ya que la volatilidad de los precios amenaza la estabilidad de las ganancias.

¿Qué causa los precios eléctricos negativos?

La electricidad se comercializa en los mercados mayoristas de forma similar al petróleo y el gas natural. La diferencia radica en que estos productos básicos pueden almacenarse en tanques y grandes barcos hasta que se necesiten, mientras que el volumen de baterías que se conectan a la red para almacenar electricidad aún no se ha equiparado con el auge de las energías renovables.

Dado que la electricidad se produce y consume instantáneamente, si la energía generada excede la demanda y no puede almacenarse para su uso posterior, los precios pueden caer por debajo de cero. Cuando esto sucede, los productores tienen que pagar a los clientes (las empresas que comercializan) para que se encarguen del excedente de energía.

¿Por qué son cada vez más comunes los precios negativos de la electricidad?

Los esfuerzos por reducir las emisiones de carbono están impulsando la cuota de las energías renovables en las redes de todo el mundo, lo que hace que el suministro eléctrico sea cada vez más volátil.

La producción de electricidad a partir de turbinas eólicas puede aumentar o disminuir drásticamente en cuestión de horas. Y la expansión de la energía solar convierte el exceso de oferta en un problema creciente durante el día, especialmente alrededor del mediodía y en los meses de verano, cuando la generación alcanza su punto máximo. Se espera que Alemania, el mayor mercado solar de Europa, supere los 100 gigavatios de capacidad solar instalada en 2025, más del doble que hace cinco años, según datos de BloombergNEF. Se prevé que la generación solar en el país alcance casi el 20% de su producción eléctrica anual total. En España, la solar fotovoltaica supuso el 17% de la energía producida el año pasado, según el informe de Red Eléctrica.

Los fines de semana y festivos son más propensos a precios de energía negativos debido a la coincidencia de una menor demanda de electricidad y, dependiendo del clima, la continua afluencia de energías renovables.

¿No se podría simplemente apagar el exceso de energías renovables u otras fuentes de energía para compensar?

No es tan sencillo. Activar y desactivar centrales nucleares, de carbón y de gas puede ser lento y costoso. Se ha desarrollado una nueva generación de plantas de gas que pueden aumentar y reducir su producción en cuestión de minutos. Sin embargo, el proceso puede tardar horas para las instalaciones más antiguas que funcionan con carbón y energía nuclear, que normalmente “continúan operando independientemente del precio del mercado, lo que amplifica el impacto de otros factores que impulsan los precios negativos”, afirma Jannik Carl, investigador asociado de Aurora Energy Research.

Además, no hay penalización por seguir produciendo electricidad cuando hay poca demanda, y los subsidios estatales diseñados para promover la energía limpia implican que los generadores renovables a menudo tienen un incentivo para seguir vertiendo electricidad en la red incluso después de que los precios se vuelvan negativos.

Alemania busca abordar esta distorsión reduciendo el grupo de productores solares elegibles para su “tarifa de alimentación” cuando los precios del mercado se vuelven negativos. Se trata de un subsidio gubernamental que garantiza un precio mínimo para ciertos desarrolladores de energías renovables por cada kilovatio-hora de electricidad que producen, incluso si esa energía no es necesaria.

Algunos operadores de red pagan a los activos renovables para que se desconecten y así evitar la sobrecarga del sistema, pero es una opción costosa. Conocida como “restricción”, esta práctica costó más de 1.000 millones de libras (1.174 millones de euros) en el Reino Unido en 2024 y se espera que supere los 1.800 millones de libras en 2025, según el Operador del Sistema Energético Nacional.

¿Qué países se ven más afectados por los precios negativos de la electricidad?

Los precios de la electricidad por debajo de cero se registraron por primera vez en Alemania en 2008, cuando el país incrementó su capacidad eólica y solar.

Se han vuelto cada vez más comunes en todo el mundo en los últimos años, desde Europa hasta Australia y Estados Unidos.

Finlandia superó a todos los demás mercados europeos en 2024 con 725 horas con precios negativos, frente a las tan solo cinco de 2021, superando así las 455 horas de Alemania, según datos de Aurora.

La limitada capacidad de los cables de alta tensión para exportar electricidad, conocidos como interconectores, impidió que Finlandia pudiera vender más de su exceso de producción a otros países.

En Australia, el rápido abandono del carbón y la adopción masiva de la energía solar doméstica la han convertido en un caso de prueba para la transición energética. La red principal del país ha tenido dificultades para gestionar los picos de suministro durante las horas más brillantes del día. Los precios spot de la energía cayeron por debajo de cero durante un récord del 23% del tiempo en el último trimestre de 2024. Algunas empresas de servicios públicos, como Ovo Energy, han estado ofreciendo energía gratuita a los hogares a la hora del almuerzo.

En EE UU, los precios negativos de la energía son cada vez más frecuentes y severos debido al aumento de la generación eólica y solar y a los crecientes cuellos de botella en la red. Se observan precios por debajo de cero en todas partes, desde Texas y California hasta la red PJM en el este del país, que abarca 13 estados y el Distrito de Columbia.

En Texas, se producen incluso durante las horas de mayor demanda, que van de las 6.00 horas a las 22.00 entre semana. A finales de octubre de 2024, el precio promedio diario en el oeste de Texas fue negativo durante dos días consecutivos en estas horas punta y alcanzó un mínimo histórico de 7,37 dólares por megavatio-hora, según datos de la red recopilados por MCG Energy Solutions.

¿Qué hay de malo con los precios de la electricidad por debajo de cero?

El riesgo es que las energías renovables se conviertan en víctimas de su propio éxito. Los subsidios que incentivaron la implantación de instalaciones eólicas y solares se están eliminando gradualmente en muchos mercados, y los proyectos deben demostrar que pueden prosperar sin apoyo gubernamental. Sin embargo, los precios negativos reducen el precio mayorista promedio ofrecido a los generadores, lo que reduce las ganancias de la energía verde.

Si los proyectos de energías renovables parecen menos atractivos económicamente para construir, esto podría ralentizar la transición a un sistema eléctrico de cero emisiones netas.

En España, la energía solar está tan extendida que está provocando largos periodos en los que los precios rondan cero. En un intento por proteger sus proyectos de precios negativos y volátiles, los promotores de energías renovables están firmando acuerdos a largo plazo para vender su energía a consumidores corporativos. Estos acuerdos suelen extenderse por más de una década. Sin embargo, esto corre el riesgo de agravar el problema al crear aún menos incentivos para que los productores de energías renovables reduzcan la generación durante períodos de excedentes.

¿Se beneficia alguien de los precios negativos de la energía?

La volatilidad de los precios crea oportunidades para que nuevas empresas entren en un sector dominado durante mucho tiempo por las eléctricas tradicionales. Los propietarios de activos de baterías pueden aprovechar la fluctuación de los precios de la energía comprando electricidad para cargar cuando los precios son bajos o negativos y descargando a la red cuando los precios suben.

También existe una gran cantidad de nuevas empresas tecnológicas especializadas en la negociación de gran volumen a corto plazo.

Muchas de estas utilizan algoritmos para procesar miles de transacciones al día y aprovechar las diferencias marginales de precios entre los mercados.

¿Los precios negativos de la energía implican facturas de electricidad más bajas?

No necesariamente. Los precios negativos se reflejan en el mercado mayorista. En la factura final que paga el consumidor, no solo se paga estrictamente por la energía producida por la generación eléctrica (nuclear, fotovoltaica, eólica….) , sino también se pagan otros costes como los peajes y cargos, pagos por capacidad. De ahí que nunca se tengan precios negativos en la factura, aunque sí puede resultar algo más barata.

Por otro lado, hay muchos consumidores que tienen contratos de precio fijo que no reflejan las fluctuaciones diarias u horarias de los mercados mayoristas de energía.

Asimismo, los consumidores que tienen la tarifa regulada llamada Precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) tampoco se beneficiarían porque esta tarifa inclye un mecanismo de ajuste: cuando hay precios bajos en el mercado diario, ese ajuste encarece el precio del kWh, y se supone que cuando los precios se disparen tendrá valor negativo y abaratará el precio. De esa forma se logra que la factura fluctúe poco en función de la demanda.

¿Son los precios negativos de la energía la nueva normalidad?

A medida que se conecten más energías renovables a la red, es probable que los precios de la electricidad bajen por debajo de cero con mayor frecuencia en los próximos años, a menos que el almacenamiento en baterías aumente para absorber una mayor parte del excedente de producción energética.

La coubicación de baterías junto con activos eólicos y solares se está volviendo más popular, ya que los promotores de energías renovables buscan almacenar su exceso de producción y aprovechar las oportunidades de arbitraje derivadas de la volatilidad de los precios de la electricidad.

Una mayor capacidad de la red también ayudaría a evitar precios negativos de la energía, ya que el exceso de oferta en una zona podría trasladarse a países y regiones con mayor demanda.

Ubicar las baterías más cerca de estos centros de demanda también podría aliviar los problemas de congestión de la red y la presión para emprender costosas mejoras.

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