En el Golfo de Saint-Tropez, los yates más locos atraen a los turistas

A lo largo del muelle Jean-Réveille, los paseantes admiran los barcos más grandes que atracan en el puerto (de hasta 89 m de eslora al pie del faro). Un paseo contemplativo hasta el final del muelle permite observar estos yates que esperan a poca distancia del recinto. Es un desfile de verano, digno de las mayores concentraciones náuticas, que se celebra en las tranquilas aguas del golfo.
Elegir en esta zona es difícil, ya que la flota parece renovarse constantemente temporada tras temporada. Este verano, los aficionados a las exclusivas habrán avistado estos dos gigantes frente a la costa de La Ponche: arriba, Breakthrough, un superyate de 118 metros (casco azul) con puerto de amarre en Antibes y que, según se dice, pertenece a Bill Gates. Un barco propulsado por hidrógeno verde, sin la difusión de aire contaminado.
Siguiendo sus pasos, Viva también es un ejemplar interesante con un precio de 175 millones de dólares. Por incongruente que parezca, este buque de 94 metros es uno de los más ecológicos del mundo: propulsión híbrida, con sistemas de recuperación de calor y reciclaje de residuos.
Ahpo, su enorme helipuerto en la cubierta de proa, explica la elegante estética de este yate de 115 metros, obra de la firma de diseño Nuvolari Lénard y el astillero Lurssen Yachts (Bremen). Valor estimado: 300 millones de dólares. Construido para el empresario jamaicano-canadiense Michael Lee-Chin, ahora es propiedad de Patrick Dovigi: este exportero de hockey dirige GFL, una empresa de servicios que ofrece soluciones medioambientales…
En la memoria de cualquier patrón, nunca se habían visto tantos barcos fondeados en el Golfo durante la primera quincena de julio. El agua estaba repleta de embarcaciones, a cual más llamativa. El mundo de las actividades náuticas es un sector económico clave en la costa del Var, cuyo crecimiento repercute en toda la economía local: la zona del Golfo de Saint-Tropez, que cuenta con cinco puertos importantes, además del de Cavalaire, es uno de los epicentros de la navegación a vela de verano en Europa.
Khalilah es un yate habituado a las aguas del Golfo, que destaca en el paisaje náutico con su morfología deportiva. Una proa robusta y cubiertas laterales discretas bajo este arco arquitectónico. Una característica distintiva de este yate dorado de 48 metros (30 millones de euros): su casco íntegramente de carbono. Su propietaria, la banquera rusa Olga Mirimdkaya (exesposa del oligarca ruso Alexey Golubovich), paga más de 37.000 euros al día para subir a bordo de esta joya diseñada por Palmer Johnson.
Listo para la aventura... El Pink Shadow es un auténtico buque insignia, que se suma a la tendencia de los megayates, en forma de embarcaciones de exploración. En la primavera de 2024, incluso se instalaron un contenedor y un 4x4 Grenadier en la cubierta de popa, listos para cualquier expedición. Un yate alquilado por más de 500.000 €/semana por su propietario alemán, Hans Georg Näder, director de Baltic Yachts (Finlandia).
Stefania, un superyate de 41 metros que emana un tufo sulfuroso, ha vuelto a amarrar frente a la capitanía del puerto. Amarrado en La Ciotat, el buque fue subastado a finales de marzo de 2025 por 10 millones de euros a un comprador discreto. El barco fue incautado en 2021 gracias a la cooperación franco-italiana. Su propietario, el multimillonario bielorruso Chaslau Koniukh, está siendo investigado por tráfico de armas, tráfico de drogas y blanqueo de capitales organizado.
Var-Matin