¿Deberíamos salvar al soldado Bayrou, la economía francesa o ambos a la vez? Por Serge July

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François Bayrou es un buen soldado con un profundo sentido del sacrificio. Desde 2017, no ha escatimado esfuerzos para asegurar la supervivencia del macronismo, que heredó siete años después, con un balance bastante patético y una situación política improbable.

Pero si es primer ministro, no es gracias a Macron. François Bayrou supo imponerse al presidente , quien dudaba entre varios candidatos. Antes, Emmanuel Macron, al no saber cómo utilizar al líder centrista, lo había nombrado comisario de planificación , convirtiéndolo en una especie de Rocard bis: un repertorio de ideas, pero sin ningún toque de estrategia, un ámbito reservado al presidente. En retrospectiva, esta pasantía en las oficinas del futuro francés no fue un mal augurio.