La llamada no planificada que selló el acuerdo del Primer Ministro con Trump, y el mayor desafío que ahora enfrenta

El Día de la Victoria en Europa, con una agenda repleta, tal vez no era el momento que el primer ministro hubiera elegido para anunciar que había sellado un acuerdo comercial con Donald Trump.

Desde la bomba informativa que Trump lanzó en mitad de la noche sobre un acuerdo que se anunciaría "con un país grande y muy respetado", hasta la conferencia telefónica apresuradamente convocada entre la Oficina Oval y Jaguar Land Rover , fue un momento sustancial (que se preparó durante meses) que dio la sensación de haber sido anunciado sobre la marcha.

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Bienvenido a trabajar con la Casa Blanca de Trump.

"Tratar con los estadounidenses siempre es complicado", observó con ironía un funcionario de Whitehall.

El hecho de que la llamada de Trump para sellar el acuerdo se produjera justo en medio del partido entre el amado Arsenal de Keir Starmer y el PSG en la semifinal de la Liga de Campeones el miércoles por la noche es toda la prueba que necesitas para saber que no fue planeado.

Pero, como lo expresó un alto funcionario del gobierno: "Cuando llega el momento de cerrar un trato, se cierra. No íbamos a esperar a tener un puesto en la red para asegurarnos de que los trabajadores británicos tuvieran tranquilidad".

El acuerdo aparentemente quedó sellado el jueves pasado, y Londres esperaba que Washington lo firmara.

Puede ser una victoria, pero aún es bastante débil.

Para ambos líderes, este acuerdo puede considerarse una victoria. Trump necesitaba una vía de escape después de que su anuncio de aranceles globales radicales hundiera la confianza de los mercados —y de muchos votantes estadounidenses— en él. La Casa Blanca trabaja actualmente en una serie de acuerdos comerciales bilaterales en todo el mundo.

Starmer tuvo que ser el primero en la fila y acordar un acuerdo que ciertamente ayuda a los trabajadores de la fábrica de Jaguar Land Rover que visitó hoy, que había pausado la línea de producción para las exportaciones de automóviles estadounidenses después de que Trump anunciara un arancel del 25%.

No hace falta decir que llegar a un acuerdo (con esos aranceles reducidos al 10%) es una victoria para esos trabajadores y para un primer ministro que demostró que su enfoque con Trump (cabeza fría, negociar a puertas cerradas) dio sus frutos.

Pero también es cierto que, a pesar de las afirmaciones de Trump de que es "completo e integral", este acuerdo es bastante débil.

Como me dijo una persona con información privilegiada del gobierno, el Número 10 optó por un acuerdo rápido y estrecho para mejorar los peores aranceles de Trump para los sectores automotriz, del acero y del aluminio.

Pero seguimos en peor situación que cuando Trump llegó a la Casa Blanca. Los aranceles fijos del 10 % siguen vigentes, y hay muchas incógnitas sobre qué más podría hacer.

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Podría haber (más) aranceles en el futuro

Este mismo fin de semana habló de imponer aranceles a las películas producidas fuera de EE. UU. , lo que sería un duro golpe para las industrias creativas del Reino Unido. Y este acuerdo generó mucha incertidumbre en otros sectores, como la industria farmacéutica.

En ambos casos, el primer ministro afirmó que el Reino Unido recibiría un trato preferencial si Estados Unidos impusiera aranceles. Pero ¿cómo se concreta esto realmente? ¿Cumplirá Trump con su promesa?

En cuanto a las grandes tecnológicas, ambos países acordaron trabajar en un pacto comercial digital para profundizar la cooperación. Sin embargo, por ahora, se mantiene el impuesto británico sobre servicios digitales, que impone un gravamen del 2 % a las empresas tecnológicas multinacionales (con un valor de 800 millones de libras al año).

No sólo el Reino Unido todavía está en una peor posición en materia comercial con Estados Unidos que antes de que Trump fuera elegido, sino que además este no es un acuerdo de libre comercio, y el Primer Ministro lo sabe.

Como les dijo a los trabajadores en la fábrica de Solihull: «En el acuerdo que hemos cerrado hoy, podemos decir: empleos salvados, empleos ganados, pero no trabajo realizado. Porque somos más ambiciosos con respecto a lo que el Reino Unido y Estados Unidos pueden hacer».

Cuando le pregunté si estaba decepcionado porque los aranceles del 10% todavía estuvieran vigentes, en particular después de que Trump había planteado la posibilidad de un acuerdo libre de aranceles en febrero, me dijo: "Nos gustaría ir más allá en relación con los aranceles.

"Pero creo que es muy importante que hayamos logrado cerrar este acuerdo ahora, porque de esa manera hemos podido proteger, salvar y mejorar los empleos aquí y ahora".

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Los trabajadores de Jaguar Land Rover sin duda se sentirán aliviados de que el primer ministro haya negociado un acuerdo con Trump que beneficia a su industria y a sus empleos. En cuanto a Starmer, fue claro al afirmar que las decisiones que toma las toma "en nombre de los trabajadores de todo el país".

Tiene razón al proclamarse vencedor. Ha sido una lucha ardua y ha supuesto un esfuerzo enorme en todo Whitehall.

El mayor desafío para Starmer es cómo traducir esos triunfos en el escenario mundial (ya sea el acuerdo comercial con la India o el de Estados Unidos) en ganancias entre los votantes locales que están perdiendo la fe en su gobierno.